—¿Lograste averiguar lo que te pedí? —Enzo interroga con firmeza a su asistente. —Sí, señor. No fue fácil pero con ayuda de uno de los pasantes, logré descubrir quien es nuestro, o mejor dicho, nuestra socia. —¿Es una mujer? —pregunta con asombro. —Sí, la Dra Rosa Park. —¿Qué? —Enzo se levanta de su silla.— ¿Estás seguro? —espeta incrédulo de aquella información.—Completamente señor. Como le dije, el pasante tuvo que hackear el banco de datos interno de la empresa para poder descubrir quien compró las acciones. —Bien, muy buen trabajo, Mendoza. Ahora déjame solo. —Con permiso, jefe. El asistente sale de la oficina, mientras Enzo se sirve un trago de whisky para pasar el trago amargo de saber que la nueva socia, es nada más y nada menos que la ex mujer del senador y su antigua amante. —Pensaste que no te descubriría, zorra —masculla. Camina de un lado a otro, ideando alguna solución para resolver aquel pequeño problema. Toma asiento, se reclina en el sillón, mient
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