Marianne Cooper POVQuise llamarle en cuanto desperté, pero, Amanda me convenció para que esperase al menos unas horas. Seria maleducado llamar a las ocho de la mañana. Para mantenerme ocupada me hice el desayuno, limpié el desorden de mi dormitorio, terminé mis deberes, me di una ducha e incluso me arreglé el cabello. Fulminé con la mirada el reloj, tratando de averiguar cuál sería la hora indicada.Las dos no eran ni demasiado tarde ni demasiado temprano. Probablemente no estaba durmiendo, a no ser que durmiese la siesta y si fue a la iglesia, si es que todavía iba, habría vuelto para entonces. Decidí hacerlo, luego necesitaría saber más de él. Sobre todo si quería que siguiésemos saliendo, que esperaba que así fuese.Decir que me sorprendió cuando abrió la puerta de su habitación seria mentir. Por lo general no me gustaban las sorpresas, pero esta fue una muy agradable. Edgard estaba sin camisa en vaqueros de talle bajo. Me sonreí abiertamente y enrojecí furiosamente. Me olvidé de
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