—Bueno, mira, nosotros podemos hacer nuestras prácticas allí —soltó Marcela un tanto emocionada.—Sí, y por lo que me dijeron, se abrirán las vacantes dentro de poco para lo del colegio —siguió Johan con tono insistente—. Ay, Lily, la verdad sería estupendo. Yo desde hace rato quiero trabajar ahí, ese lugar se ve como tranquilo, me encanta.—Pues sí, es un muy buen trabajo —acepté con tono pensativo.—Tú nos puedes ayudar, tienes palanca —opinó Cielo, que parecía también interesarle la idea, pero intentaba no demostrarlo.—Pero serían cuatro practicantes de lengua castellana —comenté—, no sé cuántos profesores de esa área pedirán. Por más que sea una nueva área del Rousseau, no sé qué tan grande será.&mda
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