Todos los capítulos de Cadenas del Corazon: Capítulo 41 - Capítulo 44
44 chapters
aceptación y Equivocación
Camila, sintiendo la pesada carga que Sofía llevaba sobre sus hombros, se levantó lentamente de la cama. Miró a su amiga con una mezcla de tristeza y preocupación antes de preguntar en voz baja:- ¿Quieres que te acompañe abajo, Sofía? Podríamos estar con los demás, quizá te ayude distraerte un poco.Sofía negó con la cabeza, su mirada perdida en algún punto más allá de la ventana. - No, Camila, gracias. Tengo demasiadas cosas en la cabeza. No quiero bajar y enfrentarme a todos... no quiero llorar más. Necesito tiempo para pensar.Camila asintió en silencio, comprendiendo que su amiga necesitaba ese espacio para procesar todo lo que estaba sucediendo. Se inclinó y le dio un suave beso en la frente antes de salir del cuarto.Al bajar las escaleras, Camila notó la mirada de Isabella fija en ella. La madre de Sofía, siempre atenta a las señales, le hizo una sutil seña con los ojos a Julián, quien en ese momento estaba enfrascado en una conversación con otro invitado. Julián, captando la
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Destino Irremediable
Sofía se encontraba en la puerta principal, despidiéndose de Julián con una sonrisa forzada que apenas lograba ocultar su incomodidad. Julián, con una expresión de felicidad que casi le iluminaba el rostro, se inclinó hacia ella para darle un beso de despedida en la boca. Sin embargo, en el último momento, un impulso en Sofía la hizo girar ligeramente la cabeza, haciendo que el beso de Julián aterrizara en su mejilla en lugar de sus labios. Julián se quedó quieto por un segundo, sorprendido, pero rápidamente recuperó la compostura y sonrió, tomando la reacción de Sofía como un gesto de timidez.- Nos vemos mañana, Sofía. Cuídate mucho, - le dijo Julián, intentando no mostrar su decepción, pero sus ojos lo traicionaban.- Hasta mañana, Julián, - respondió Sofía suavemente, antes de girarse y regresar al interior de la casa, cerrando la puerta detrás de ella.Mientras se dirigía a su habitación, la sonrisa falsa que había mantenido para Julián se desvaneció, reemplazada por una expresió
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Amigo Querido
Mateo se vistió rápidamente, sin mirar a Luciana directamente, su mente llena de confusión y culpa. Sabía que necesitaba salir de allí, alejarse de esa situación que no podía entender del todo. Se puso la camisa de cualquier manera, y sin decir una palabra, salió del cuarto, dejando a Luciana sola para que ella también se vistiera.Luciana observó cómo Mateo salía apresuradamente, notando cada señal de su nerviosismo. No pudo evitar sonreír para sí misma, interpretando su comportamiento como una señal de que él sentía algo por ella, aunque intentara ocultarlo. En su mente, pensaba que si Mateo realmente no sentía nada por ella, no estaría tan alterado. Con esta idea en la cabeza, decidió jugar una última carta.En lugar de cambiarse de ropa, Luciana salió de la habitación con la cobija envuelta alrededor de su cuerpo, dirigiéndose a la sala donde Mateo estaba de pie, aparentemente esperando que ella se vistiera para poder irse. Al verla así, Mateo frunció el ceño y le reclamó con evid
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Confundido
Julian y Mateo estaban sentados en un amplio sofá en el cuarto de Julian, un espacio decorado con elegancia y buen gusto. La habitación estaba iluminada suavemente por la luz del sol que se filtraba a través de las cortinas, creando un ambiente acogedor que contrastaba con la tormenta emocional que Mateo estaba experimentando. Mateo, con la cabeza baja y los hombros caídos, comenzó a desahogar su dolor, relatando lo sucedido con la mujer que lo había dejado plantado. Las palabras salían lentamente, pesadas, como si cada una fuera un pedazo de su corazón roto. Habló de cómo se había sentido emocionado, creyendo que había encontrado el amor verdadero, solo para ser traicionado de la manera más dolorosa. Su voz temblaba mientras confesaba lo vacía que se sentía su vida ahora, como si todo lo que había construido se desmoronara frente a sus ojos.Julian lo escuchó atentamente, sin interrumpirlo, dejando que Mateo vaciara su corazón. Su expresión era seria, pero su mirada transmitía compr
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