La noche está comenzando a caer, y el patio de nuestra casa brilla con una luz cálida que parece envolverlo todo. Hay luces colgando de los árboles y faroles flotando en la piscina, que reflejan el resplandor suave y dorado. Los globos rosados y azules, perfectamente distribuidos por todo el lugar, se mecen con la brisa. Los invitados, vestidos con ropa de estos mismos colores, se agrupan alrededor de las tres grandes cajas que hemos colocado al fondo del jardín. Las mujeres, en su mayoría con tonos de rosa, y los hombres con tonos de azul, crean un mar de colores que me hace sentir una alegría indescriptible.Me pican las manos por la ansiedad de por fin saber qué sexo serán mis bebés.Estoy de pie junto a Alessandro, mirando a mi alrededor. Llevo un vestido largo y rosado, que resalta la curvatura de mi barriga. Siento mariposas en el estómago, la emoción no me deja tranquila. Estoy tan nerviosa y tan feliz a la vez. El día que decidimos organizar esta revelación de género para nu
Leer más