Andrés decidió visitar a Emma en la cárcel, una decisión que le costó varias noches de insomnio. Quería cerrar ese capítulo de su vida y encontrar algún tipo de paz. Cuando llegó, la encontró en la pequeña sala de visitas, con el rostro marcado por el sufrimiento y el arrepentimiento. Al verlo, sus ojos se llenaron de lágrimas.—Andrés, lo siento tanto —dijo Emma, su voz temblando—. Sé que mis acciones fueron imperdonables y que he fallado.—Andrés, lo siento tanto —dijo Emma, su voz temblando—. Sé que mis acciones fueron imperdonables y que he causado mucho dolor.Andrés se mantuvo en silencio por un momento, observando la desesperación en los ojos de su exnovia. Había tanto que quería decir, pero las palabras parecían insuficientes.—Emma, lo que hiciste no tiene justificación —respondió finalmente, Andrés se mantuvo en silencio por un momento, observando la desesperación en los ojos de su exnovia. Había tanto que quería decir, pero las palabras parecían insuficientes.—Emma, lo que
Leer más