DAXLa vi, de nuevo la pude tener delante de mí, ya no es una niña, han pasado demasiados años desde la última vez que nos vimos, y, aun así, puedo decir que tiene los mismos ojos curiosos, los mismos ojos que me impresionaron tanto desde el primer momento en que estuvimos frente a frente.Se convirtió en una mujer hermosa, fuerte, pero hay un tinte de oscuridad en sus pupilas, uno que me erizó la piel cuando chocamos. Muy pocas cosas me han hecho feliz en la vida, de hecho, las puedo contar con una sola mano, me alegró volver a verla, lo que me tiene ardido y confundido, es la marca que tenía en el cuello, una que claramente era territorial, una de la que ella parecía no estar consciente.Pude haberme metido en su mente, escabullirme entre sus recuerdos, y debo confesar que hubo un segundo en el que quise hacerlo, no obstante, había una barrera protegiendo esos recuerdos, algo que solo los Betas del clan Baker, pueden hacer, las respuestas llegaron con solo hablar con ella.—¿Y bien?
Leer más