Después de la reconciliación, las cosas estaban marchando de maravilla, para dos personas que se aman lo mejor siempre será estar juntos, no obstante, es imposible que todo sea de color rosa, ya que en algún momento deberán sortear adversidades que los pongan en jaque. Mariana y Adam siguieron conversando por largo rato, aprovechando para manifestar su amor en cada oportunidad que tenían.– Quedan prohibidas las peleas entre nosotros, ¿Me entendió, señorita? – Dijo de repente.– Fuerte y claro señor, siempre y cuando usted no se ponga en ese plan tan obstinado – Respondió.– ¿Yo? , Que va, me declaro completamente inocente de tal acusación, mi hermosa novia – Expresó.– Está bien, supongamos que te creo, mi guapo novio – Dijo ella.– ¿Y eso que significa? – Le preguntó mientras la abrazaba efusivamente.– Eso es trampa, me dejas sin palabras cada vez te tengo cerca – Exclamó Mariana.– Me encanta saberlo, pero no creo que sea ni la mínima parte de todo lo que siento yo cuando te tengo
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