Debo reconocer que la idea que acaba de mencionar Nick ha sido la misma que he tenido durante muchos años cuando pienso en una mujer casada. Pero, dudo que ese tipo de sueños se pueda cumplir si me convierto en una Thompson.Ya que, es evidente que ellos tienen una vida cargada de un libertinaje que no me agrada en lo absoluto. Básicamente, somos las dos caras de una misma moneda y aunque esto se complementen, no quiere decir que puedo ser reemplazada.Después de todo, uno acepta cada una de las caras de la moneda cuando se familiariza con estas, pero si surge una nueva novedad y una de las caras es cambiada, la vida sigue como si nada.En mi caso, yo soy el rostro de la moneda, que solamente tiene una imagen decorativa que muestra el símbolo de algo importante del país, pero ellos son la cara donde está el precio de la moneda. Por lo que, si cambian el símbolo de la imagen, no es importante, si el precio se mant
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