— Perdón, pensé que era solo una nota cualquiera — La pequeña mujer se muerde los labios mientras Maximus se acerca a ella, Helen sabe que estaba acorralada tenía aquel presentimiento.— No me gusta que me pidan perdón. — El hombre la toma de la barbilla, el anillo de casado brilla intensamente, todo el cuerpo de ella se vuelve rígido, Maximus acerca su rostro al de ella, por supuesto Helen echa la cabeza hacia atrás, pero aquello fue un error — No hagas eso, porque te recuerdo que Jonás sigue en el Club ¿o quieres que te encuentre? ¿Estás dispuesta a soportar la culpa por la muerte de todos los Guardaespaldas que deben de protegerte? — Maximus sabe como jugar con la mente de Helen, su nobleza reflejada en los ojos, dejaba claro todo.— ¿Que es lo que quieres? Dijiste que habías cambiado de idea y… — No he cambiado de idea, he salvado a tu hermano, te estoy salvando a ti, la única manera de saldar la deuda es entregándote a mí, y quiero que lo hagas esta noche — Helen se sintió horro
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