1 MES DESPUÉS Bajo un cielo despejado que se teñía de dorado con los últimos rayos del sol, la Iglesia Catedral de Norte Dame, París, Francia, se erguía de Su fachada, reflejaba la magnificencia de una celebración que prometía ser memorable. Dentro, el aire estaba impregnado de rosas blancas y lirios, simbolizando la nobleza de Susan y el amor eterno. Las velas, estratégicamente dispuestas a lo largo de los bancos, iluminaban el espacio con un resplandor cálido, creando una atmósfera mágica que envolvía a los presentes, que no eran muchos, Leandro, Julián, Alexandra, Bianca, Susan, Sandra, Robert, algunos médicos, Chef de los Restaurantes y otros amigos considerados cercanos de James.James, aquel atractivo hombre y heredero de la mafia, se encontraba en el altar, vestido con un traje oscuro que acentuaba su figura bien esculpida, combinando con sus ojos negros intensos como la noche peligrosa, brillaban con una mezcla de ansiedad y emoción. A su alrededor, los amigos y familiares co
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