118. EL RENCOR DE UNA MADRE
VALERIAComencé a tocarme las ropas, no podía ser que lo hubiese perdido en la pelea, o peor, cuando perseguí enojada a esos vampiros.Miré a todos lados del suelo, desesperada, entonces lo vi, a unos metros de mi posición.El corazón ya no tenía la forma de un rubí, se había derretido en un charco oscuro del mismo color de la laguna, como sangre concentrada y poderosa.Me levanté con temblor en las piernas, malherida y en las últimas, estaba aguantando por la pura adrenalina y las ganas de sobrevivir.Me arrodillé delante de esa sangre y supliqué, lo hice como nunca antes, mirando hacia mi mate, lleno de heridas graves, enfrentándose como una bestia a ese enemigo para que no llegase hasta nosotros.“Por favor mis ancestros, te lo ruego Juno, madre, por favor, Gabrielle, te estoy convocando Selenia poderosa, ayúdame en este momento de necesidad, ayúdame”Las palabras brotaron de mi corazón, mientras las lágrimas y gotas de sangre de mis heridas caían sobre la pequeña laguna que se est
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