Matteo LombardiHace tiempo debí decirle la verdad a mi cerecita, tiene derecho a saber algo que, por miedo a perderla, no me he atrevido a confesarle, pero ahora que tendremos un hijo, es momento de dejar las inseguridades.No puedo seguir callado, por eso, que después de la consulta con la ginecóloga, la llevare al lugar donde todo comenzó, donde sin darnos cuenta nuestros corazones se unieron.Cuando me enteré de ese " secreto" al principio había decidido que olvidaría ese detalle, que no diría nada, dado que yo ya me encontraba perdidamente enamorado de mi cerecita, pero cual fue mi sorpresa, que esa hermosa mujer que me encandilo apenas la vi, es la misma que estuvo una noche apasionada en el club.Debo de admitir, que cuando comenzó a trabajar aquí, mi cuerpo reaccionaba de una forma inexplicable a su cercanía, cómo si mi cuerpo recordaba, lo que mi mente había olvidado, luego la atracción entre ambos fue en aumento con el de pasar del tiempo, hasta que los sentimientos no se pu
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