Inicio / Misterio/Thriller / La Venganza del Mafioso / Capítulo 111 - Capítulo 112
Todos los capítulos de La Venganza del Mafioso: Capítulo 111 - Capítulo 112
112 chapters
111
—Nunca entendí esto —murmuró Andrei cuando volvió a levantarse y se acercó a Elisa, que reía feliz—. Pero lo que sí odio es que tantos hombres hayan visto tus piernas. Gracias a Dios, esto solo pasa una vez porque no voy a permitir que nadie más las vea.Elisa lo miró con diversión, y una risita escapó de sus labios.—Oh, pobre de ti, Andrei —dijo con tono burlón, acariciándole el rostro—. Si te molesta tanto, ¿qué vas a hacer cuando estemos en la playa? No pienso usar camisones largos, tendrás que acostumbrarte a compartir la vista.Andrei apretó la mandíbula con una expresión de molestia, pero no pudo evitar que una sonrisa escapara de sus labios. La atrajo hacia él con un movimiento firme, tomando su cintura, y la besó con una fuerza que dejó a Elisa sin aliento.—Eso jamás —respondió con voz ronca—. Eres mía, y solo mía.El beso entre ambos encendió nuevamente los aplausos y silbidos de los invitados, que disfrutaban del espectáculo de la pareja apasionada.El ambiente en el saló
Leer más
112
Andrei la miró fijamente mientras su respiración se aceleraba. Elisa se estremecía con cada roce de sus dedos y sentía cómo el deseo entre ambos crecía de manera abrumadora. —No tienes idea de cuánto te he deseado —murmuró Andrei con voz ronca, sus ojos ardiendo mientras la observaba tendida bajo él, completamente vulnerable.Elisa tragó saliva, con las mejillas encendidas y el corazón latiendo con fuerza. Su mente era un torbellino, pero solo podía centrarse en el peso del cuerpo de Andrei, en la calidez que irradiaba y en la manera en que sus labios buscaban cada rincón de su piel.—Andrei… —susurró, entrecerrando los ojos cuando sintió cómo él deslizaba sus labios por su cuello, dejando un rastro de besos húmedos que la hacían arquearse hacia él.—Dime, Elisa… —Andrei detuvo sus movimientos un instante y levantó la mirada para encontrarse con sus ojos brillantes—. ¿Te gusta que sea así de obsesivo contigo? Elisa sonrió débilmente, sintiendo un hormigueo recorrerle el cuerpo. —S
Leer más