Capítulo 145: Amor arrollador.
Tabitha empujó a ese Beta, decidida a levantarse del piso por sí misma, solo para al hacerlo, salir corriendo de allí, con el corazón hecho añicos. —¡Espera, Tabitha! —exclamó ese Beta, con la preocupación en su voz y la tristeza marcada en su rostro. ………. PUM~ Tras el golpe de la puerta al cerrarse, Maray se encontró abruptamente acorralada contra la pared, el enorme cuerpo de ese macho encimándola en segundos. En la penumbra de la habitación, iluminada tenuemente por las farolas de pared, Maray, se perdió en la mirada plateada de ese hombre lobo, que agarrándola de la mandíbula, la obligó a mantener el contacto visual. En aquella habitación, sin ventanas y sin otra salida que la puerta recién cerrada, había una cama tamaño king y, lejos de ella, una pequeña mesa con una jarra de agua y una cesta de frutas. Una habitación que parecía una celda de castigo. Pero esos detalles no le importaban en absoluto a esa hermosa Reina Alfa, no en ese momento de desbordante deseo. Antes
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