Pretender no pensar en Julian es casi que imposible para mí. Ya debe haberse enterado de que no estoy allí, sin embargo, ya debería estar buscándome con todo lo que siempre dice. No le escribí nada, quizás porque no lo entendería, o porque quiero dejar abierta esa posibilidad. No debería gustarme tanto como lo hace, y no debería desear que me busque. Iv tiene razón, mi vida está en riesgo a su lado y quizás la de ella también.He llegado a Visalia, no a casa, me he alojado en un hotel. Estoy aquí, tanto como no deseo estarlo. Pasé tantos años de mi vida en este lugar, y no siento ningún arraigo. A lo mejor se debe a que me expulsaron. No sé qué quieren de mí, sea lo que sea, solo quiero saber qué es y luego irme, aunque, no sé si volver.La habitación es modesta, no es un hotel lujoso, tampoco quería quedarme en nada llamativo. Es lo mejor. Ni siquiera he desempacado las cosas. Cuando llegué en horas de la tarde solo me registré y me encerré a escribir y eso h
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