El tercer hermano, se encaminó al despacho, sus hermanos ya estaban ahí él llegó y entró, las azules miradas recayeron sobre él — Drako, ya Angelo y Alexander, me han puesto al tanto lo que ocurrió con la empleada Dayna y tú luna, concuerdo con ellos de que nunca debiste involucrarme con una joven del servicio, le faltaste al respeto a nuestro hogar, Adrien, tiene razón en estar molesta contigo, traerla a vivir bajo el mismo techo de quién fue o sigue siendo tu amante, es... inaceptable — El príncipe, estaba muy enfadado — Lo sé, estaba tan feliz de haber encontrado a mi luna que me olvidé por completo de lo demás, eso y que nunca debí tener relaciones con una empleada del castillo, por qué ahora lo estoy pagando, Adrien, quiere dejarme, la loba Dayna... ella me dijo que me amaba y que no la echara del castillo, le hice daño — ¿La echaste? si que eres cruel Drako, nos verán por tu culpa como lobos que usa a sus empleadas para satisfacerse sexualmente y después las desechan,

El Alfa, tenía en su mira la manada y él territorio de Damiano Volkov, y no iba a desistir en ello, el basto reino sería una adquisición importante para su imperio, pero no podía ser tan estupido de pelearselo de frente, Ese Alfa era poderoso, no iba a arriesgarse a que lo matara — ¿No te cansas Romanov? pasas tu vida inmortal asesinando y jodiendo a otros, conquistas tierra y tienes súbditos que te odian y desprecian estar bajo tu mando, vida más desperdiciada y vacía que la tuya no he conocido jamás en mis muchos años sobre esta tierra — Ser el emperador del mundo es lo que quiero, si para eso tengo que matar no me importa, solo quiero tener el poder absoluto, que se arrodillen ante mí, ganar — La verdadera riqueza no está en los reinos conquistados, no está en las joyas o el dinero, tampoco en los miles de sirvientes, está en la felicidad que te da el encontrar a tu pareja destinada y el ver correr por tus jardines a tus hijos, en el amor incondicional de la mujer que amas,

La violeta morada de Evelyn, no se podía apartar de tan imponente aura, ella quería respuestas, si había aceptado seguir a ese hombre para que la salvara de un abuso y una muerte segura, ella quería conocerlo — ¿Segura que estás lista para saber quién soy? una vez que comencemos no habrá vuelta a atrás, además debes de saber que nunca te devolveré a tu Alfa, por qué tu Rey, soy yo, ¿si te parece que soy demasiado posesivo? es porque lo soy, veo tu pregunta en tu bello rostro — Me asusta que me leas tan bien, y... no puedo evitar querer saber más de ti, siento que... le estoy faltando a mi Alfa — ¡Hhhaaa, no hagas eso, no lo consideres tanto frente a mí, haces que me encienda de celos! ¡quieres saber quién soy yo, soy Luciano Drácula, el rey de los vampiros, enemigo natural de los Alfas, incluido Damiano Volkov! — ¡¿Eres... un vampiro?! tenía ese presentimiento, tus poderes no son los mismos que los de un lobo, nunca había conocido a uno, ustedes son... muy hermosos — ¿He

El Alfa, estaba en el dilema más grande de su vida, sin duda tenía que recuperar a su luna, ella era su vida, su pasión, su gran amor, no concebía un futuro sin ella, pero por otro lado quitarse a sus hermanos el reino que sus padres les heredaron... eso era impensable, no podía entregar el territorio a ese maquiavélico lobo, su abuela no lo resistiría, ella adoraba la manada, su frondoso bosque, el aire puro, no, no cedería ante su peor enemigo — Saldré de inmediato hacia el territorio Night Star, tengo que enfrentarme a ese hijo de puta, matarlo y traer a mi luna de regreso, no puedo seguir perdiendo más tiempo y que dañe a Evelyn — Dijo el Alfa, a su hermanos — Espera, iremos contigo, si vas solo a ese lugar lleno de guerreros es como si fueras al suicidio, ese maldito de Romanov, nos declaró la guerra desde el momento en que compró a la futura luna de esta manada — Drako, le daba su apoyo a Damiano — Nosotros también vamos, ¿cierto, Angelo? — Por supuesto, ¿acaso lo du

Luciano, estaba pensando que la vida quizás lo odiaba, darle un alma destinada que compartiría su amor con otro ser, eso lo estaba matando para un rey tan orgulloso como él, esto era demasiado difícil de asimilar, pero sobre todo de aceptar — Nicolay, ¿Creés que pueda rechazar a mi pareja destinada? quizás romper el vínculo que nos uniera mañana incluso antes de sellarlo — No, eso no es posible, eso lo sabe muy bien, si su destino es ella, eso no cambiará ni hoy, ni por toda la eternidad, esa hermosa mujer será su reina, y no hay nada que pueda hacer para cambiarlo, incluso si perece — ¿Por qué no puedo rechazarla? Soy el rey, no quiero, no podré verla con ese estúpido Alfa, que la querrá mantener con él como suya, mis instintos me pediran matarlo, y si lo mato es como si me estuviera suicidando y yo mismo asesinando a mi reina — ¿Qué puedo decirle amo, tendrá que hacer entrar en razón a esa bestia salvaje, el Alfa va querer despedazarlo antes de que pueda siquiera explicar