Nunca te dejaré marchar

Adrien, sentía que el pecho le dolía y mucho, ver a otra mujer tocando a su Alfa, la enfurecía y la llenaba de celos, pero ella era una sirena, una criatura que así muriera de pena no iba a aceptar compartir a su pareja

— ¡Drako... parece que estás muy cómodo con tu amante, ella ya me ha dejado claro que eres un lobo insaciable, pero sigan, sigan, no los interrumpo más

— ¡Adrien, esto no es lo que parece, antes de encontrarte tuve que ver con esta loba, pero las cosas han cambiado, no tengo más nada con ella, tu eres la única que hace latir mi corazón de Alfa!

Angelo y Alexander, llegaban hasta el jardín en ese momento, vieron a la loba que estaba muy cerca de Drako, y a Adrien, estando a punto de llorar

— !Pero yo soy la loba que ha calentado tu cama, decir que no existo o querer negar que te encanta follarme es ser un hipócrita Alfa Drako, a ella apenas la acabas de conocer, a mí me conoces desde hace años, yo también quiero un lugar a tu lado!

— Vaya, eres una loba con
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