ANTONELLACuando termino de escribir la última letra, no hay alivio. Debería haberlo. Debería sentir aunque sea un pequeño respiro por haber salvado por un tiempo más a mi padre. Pero no. No siento nada más que una presión brutal en el pecho, como si hubiera firmado con sangre un pacto demonial.Dejo el bolígrafo sobre el escritorio con un movimiento seco y retrocedo un paso, como si al alejarme pudiera deshacer lo que acabo de hacer. No hay vuelta atrás. Mi nombre ha quedado marcado con tinta en esos documentos que parece una maldición porque ahora me une a él… legal o no, real o ficticio, nos une.Porque no solo me ha hecho firmar ese maldito acuerdo. Después tuve que escribir mi nombre en otras dos hojas más. Una de ellas con un título claro, y jodidamente enfermo: Acta de matrimonio.Estoy acabada...Crow baja la mirada hacia el papel. Lo toma con sus dedos largos, los mismos que han estado alrededor de mi cuello, marcando un dominio que detesto hasta en mis huesos, y que he queri
Leer más