Así que, Megan era el cabo suelto, la única testigo de que Gianfranco era un mafioso y con quien no había podido acabar, hasta ahora, era ella.La verdad, a Megan no le importaba si ese hombre, Gianfranco, la mataban allí mismo, siempre que April estuviera bien y Megan sabía que para eso la quería Gianfranco, para matarla.Ese era el objetivo de todo esto y por eso su hija estaba desaparecida.«Sí, quizás sea una trampa», se dijo ella misma, «y Gianfranco en realidad no piensa liberar a April, pero si hay una posibilidad, así sea minúscula, de salvar a mi hija entregándome yo…», ella no dudaría en tomar esa oportunidad.Ya lo había escuchado en la conversación de Albert con sus padres, Gianfranco era un hombre muy astuto, ¿cuánto tiempo podría pasar antes de que Albert recuperará a April?, ¿y si mientras eso sucedía su hija sufría?No, ella no podía permitirlo.Quizás el dinero y poder de los Collins no había logrado dar con la libertad de su hija, pero Megan sí lo haría, entreg
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