15. Cristóbal comienza a defender a Amelia
— Pase — ordenó con voz críptica.— Cariño, el desayuno está servido.Cristóbal asintió, perdido.— Iré enseguida.Caterina asintió, pero, antes de salir, la voz de su hijo la detuvo.— ¿Qué fue lo que pasó con el barco?La mujer se quedó lívida por un segundo, y puso su mejor rostro de actuación antes de girarse.— Cariño, ¿no es evidente?— No, madre, porque no estaba allí. Te lo vuelvo a preguntar. ¿Qué fue lo que pasó con el barco?Caterina apretó discretamente los puños.— Esa lo estaba limpiando y se le cayó. Era el jarrón favorito de tu padre — musitó, fingiendo tristeza.— Esa tiene un nombre, madre. Se llama Amelia.— Lo sé, hijo, pero…— Entonces comienza por llamarla así. No quiero más discusiones ni malos entendidos en esta casa, ¿de acuerdo?La mujer bajó la mirada.— ¿Ya comenzó a ponerte en mi contra? — preguntó, fingiendo sentirse lastimada — Lo sabía. Sabía que esa… que Amelia iba a…— Amelia no tiene poder sobre mis decisiones, madre. Lo único que quiero es que mi hij
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