Me comunico con ella para que me conozca. Al principio se mostraba indecisa, lo cual no era habitual de ella. Pero unos momentos después, se aparece. Aparentemente feliz por las manchas de sangre en mi camisa. "¿Querías verme?"."He estado pensando en lo que me has dicho". "¿Ah?". Ella agita sus pestañas hacia mí. "¿Te has dado cuenta de que ella no es para ti?". "He estado pensando en muchas cosas desde que regresaste". Inmediatamente se lleva los dedos al pelo y revuelve un mechón mientras me mira. "Lo sabía, Dane. Sabía que ella no iba a ser suficiente para ti. Sabía que solo sentías lástima por ella". "Pero esa es la cuestión, ¿No? Soy su pareja. No puedo hacer nada contigo mientras sea la pareja de ella. No puedo besarte. No puedo pasar mi lengua por tu dulce piel. No puedo tomarte como pareja y definitivamente no puedo acostarme contigo". Su frente se frunce un poco confundida: "¿Ella no había muerto?". "¿ Y ahora cómo sabes eso, Verónica?". "Yo...Yo...Yo". "

"Adelante", murmuro, "No puede hacer daño". Mientras Klaus le está leyendo. Me fijo en cualquier señal de que ella lo pueda escuchar, pero no hay más que un movimiento de dedo aquí y allá. Sin embargo, parecía que la tranquilizaba. Su mente ya no estaba tan agitada. Unos pasos resonaron en el pasillo mientras se acercaban corriendo hacia nosotros. Klaus y yo nos movemos rápidamente hacia el borde de la cama de Neah, protegiéndola de las miradas justo cuando Devon entra por la puerta. "¿Está bien? Dime que está bien, por favor". Me hago a un lado para que pueda verla. "¿Quién mierda hizo esto? ¿Fue esa puta rubia de mierda?". "Sí". Contesta Klaus cuando me siento incapaz de responder. Las reacciones de Devon son fuertes, muy parecidas a como yo protegería a mi hermana. "¡La mataré!". "Estás un poco tarde. Dane ya hizo que la mataran". Klaus le dijo. Él se mueve a mi alrededor para acercarse a Neah, tomando su mano con la suya. "¿Por qué no se despierta?". "No lo sab

Él entrecerró sus ojos mirándome y yo encogí mis doloridos hombros ante él."Los que se alimentan de sangre. Eso es todo lo que necesitas saber".Por la manera en que apenas me hablaba de ellos me daba la impresión de que no quería conocerlos de todos modos.Moviéndome un poco sobre la cama, Alfa Dane presionó un botón y toda la cama comenzó a moverse, empujando mi espalda hacia arriba hasta que quedé sentada, mirándolo. Tenía una expresión seria, los labios un poco fruncidos y una pequeña arruga en la frente."Tienes que avisarme cuando sientas que algo no va bien"."Yo... Pensé que solo estaba muy, muy cansada. Mi cabeza se sentía un poco mareada, aún sigue así".Él se inclina sobre mí, colocando sus puños sobre la cama, a unos centímetros de cada lado de mis caderas. Su cara está cerca, su olor es extremadamente penetrante."No puedo perderte". Murmura en voz baja. "No te perderé".Sus ojos carmesí se clavan en los míos. Mis muslos se aprietan involuntariamente mientras lo m

NeahSe pasó horas asegurándose de que tenía lo que necesitaba. Bocadillos, bebidas, mantas y, a veces, se acostaba conmigo. Asegurándose de que estuviera cómoda, recorriendo mi piel con sus dedos.Los calambres se detuvieron cuando tuve el orgasmo y aún no sé muy bien qué me pasó, ni por qué tomé el control en la ducha como lo había hecho. En ese momento, era como si algo se hubiera apoderado de mi cuerpo."¿Neah?". Murmura mi nombre, despertándome de mi sueño. "Tengo que irme, es casi la hora de la carrera de la manada"."Está bien", yo bostezo, soltándolo."Habrá guardias en la casa todo el tiempo. Y también estará tu hermano. Ha aceptado quedarse".Vuelvo a bostezar, asintiendo mientras aprieto una almohada contra mi pecho. La carrera de la manada era algo importante aquí, así que no iba a pedirle que se quedara."¿Seguro que estarás bien?". Presiona sus labios contra mi mejilla"Solo dormiré, supongo"."Se lo diré a Devon".Se le frunce el ceño, pero no dice nada más apa

NeahSus ojos se posaron en mi mano. Extraños ronquidos salían de él mientras la sangre se deslizaba por delante de su camisa.Lentamente mira hacia abajo. Como si el tiempo se hubiera detenido para que pudiera procesar lo ocurrido. Sus manos tiemblan al tocarse el pecho, suelta un gruñido y su cuerpo se balancea. Sin pensarlo dos veces, lo empujo desde el techo. Me quedo quieta hasta que escucho su cuerpo golpear el suelo con un crujido ensordecedor.Me siento, junto mis rodillas al pecho y dejo que el aire frío de la noche me sacuda el pelo. Acabo de matar a alguien.Volteo mi mano para mirarlo, se había movido ligeramente. Las manchas secas de sangre aún permanecen.Al pasar el pulgar por la punta de los dedos, no siento nada, ni dolor, ni marcas afiladas bajo la piel. Las garras habían desaparecido tan rápido como aparecieron."Lo siento, pero tenía que encargarme de ese cabrón". La voz retumba en mi cabeza, sin importarle lo que había pasado.No había nadie más que yo en el