Inicio / Romántica / Encrucijada de sentimientos / Capítulo 41 - Capítulo 50
Todos los capítulos de Encrucijada de sentimientos: Capítulo 41 - Capítulo 50
71 chapters
41: ¿Qué es más grande? ¿El amor que me tiene o su terquedad?
Tenía miles de sentimientos encontrados, pero no pensaba mostrarme débil ante Zahid y mucho menos esperar toda una vida a que él quisiera quererme. Ya suficiente fue con Selim para volver a cometer el mismo error.—Así que si me disculpas, te dejo con las personas de tu cerrado círculo social. Aquí obviamente me encuentro de sobra.No espere que él me dijera nada, simplemente tomé a Aramis de la mano y lo miré casi suplicando que me sacara de ahí.—Vamos hermanita —él pasó su brazo por mis hombros —no te quiero ver triste.Perspectiva de la autoraKenna se fue junto con Aramis. Cuando Zahid miró, la tristeza de ella se sintió fatal. Él se enterró las uñas en su pierna e hizo un mohín de dolor.—No entiendo el motivo por el cual vienes a tratar mal a Kenna y a espantarla —su madre le dijo a manera de reproche —ella te quiere y se le nota, los paramédicos dijeron que te miraba con una gran angustia y por tu parte vienes a maltratarla cuando lo único que esa chica ha hecho es estar a tu
Leer más
42: Te amo
Zahid decidió irse del hospital, él no quería seguir ahí cuando era consciente que lo que tenía no era de gravedad. Cuando llegó a su habitación pudo ver a Kenna en compañía de los demás y como lloraba, él se encontraba en la penumbra mientras veía a aquella mujer llorar con dolor.—¡¿Y de qué sirve que escoja a alguien que me quiera?! Todos huyen en cuanto desarrolló algún sentimiento por ellos, pasó con Selim que nunca me correspondió y ahora sucede con Zahid. La diferencia con el último es que sé bien que me quiere, pero también soy consciente de que su terquedad es demasiado grande y me da temor saber si esto es más grande que el afecto que pueda tener por mí, por eso es que me encuentro llorando, no porque él no me quiera o algo por el estilo.Al final la dejaron sola porque ella lo pidió, y Zahid se quedó en la misma posición de antes. Él miraba como Kenna sacaba toalla tras toalla para secar sus lágrimas.—No seas tonta, Princesa del Zoco. Entiende que lo nuestro no puede ser y
Leer más
43: No te convengo
Debido a la confesión tan inesperada de Kenna, Zahid decidió irse. Él salió por la ventana y se quedó helado al ver que aquella pequeña mujer lo había seguido.—¡Atrápame, Zahid!—¡No lo hagas!Antes de que Zahid pudiera evitar que ella se lanzara por la ventana, se vio sosteniéndola en sus brazos con gran fuerza. Él aspiró el aroma del cabello de Kenna y la jaló a su habitación.—Entiende, chiquilla tonta. No te convengo, por mucho que deseemos estar juntos es imposible; terminarás por quedar empañada debido a mi causa.—Quiero estar contigo y eso es lo único que sé —Kenna se apoyó del pecho de Zahid —¿Por qué te cuesta entender tanto esto?—Creo que ya hemos sido lo suficientemente claros respecto a ese asunto, somos como el blanco y el negro.—Y a pesar de eso, el Yin y el Yang están juntos, ¿O me equivoco? No te compliques tanto la vida, si tú me quieres, aunque sea solo un poco, por favor no me alejes de ti porque créeme que voy a aferrarme con todas mis fuerzas.—Niña tonta, no
Leer más
44: Un perrito adorable
La tensión en el aire era palpable, cuando Kenna se metió en el medio de ambos pudo sentir los dos pares de ojos tanto en su espalda como delante de ella.—Selim, por favor, vete que no deseo tener problemas con la loca de tu novia. Sinceramente, esa situación me pone al borde de la locura y tengo bastantes dificultades en este momento para agregarle una más.—Debes cuidarte de ese tipo —Selim habló con voz ronca y lleno de preocupación —sabes que eres importante para mí y que te quiero demasiado.—Selim, tratemos de evitar este tipo de situaciones porque ambos sabemos que los problemas que he tenido han sido en su mayoría por los celos de Anna. No puedes estar diciendo que me quieres de manera abierta porque se pueden prestar para malas interpretaciones, sé bien que tu afecto hacia mí es el de un hermano mayor hacia su hermana menor, pero las personas no son conscientes de esto.—Kenna… yo… no sé si siento un afecto de hermano hacia ti, creo que te estoy viendo como m…—¡Selim! —Anna
Leer más
45: Eres importante para mí
Cuando Anna intentó golpear a Devika por lo que le había dicho, la mano de Zahid la detuvo con tal fuerza que ella terminó por retorcerse.—Ponle un solo dedo a mi hermana y ten por seguro que va a ser lo último que harás con esa mano. Ahora dinos adónde se ha ido Rania y por qué se fue con Selim.—¡Suéltame! —ella lanzó un quejido lastimero debido a la presión —¡Está bien! Ella se ha ido con Selim al hospital porque el idiota de mi novio se ha ido de boca y su frente se abrió con el pavimento. Le dije que no era para tanto, pero él quiso hacer una tormenta en un vaso con agua.—Veremos que tan cierto es eso que me estás diciendo, pero de entrada te digo que no te creo. Ahora quiero que te vayas en un taxi o en tu escoba, no me importa, solo deseo dejar de ver tu fea cara de sapo y de rata.Anna terminó por irse caminando porque ningún taxi pasaba y Zahid ya estaba amenazando con llamar a la seguridad del barrio. —Bueno, hay que meter esa moto a la casa.Zahid llevó la moto hasta su
Leer más
46: La vida nos hizo primos, pero el norte nos hizo esposos
Devika miró a su hermano que tenía la mano congelada justo en la perilla de la puerta, él se notaba que estaba procesando las palabras de Kenna.—Vamos, abre. Al final tú dices que no quieres a Kenna, así que no veo porque te afectan las palabras de ella hacia Selim.—No comiences, Devika —él respondió con la voz entrecortada y temblorosa —en estos momentos no puedo pensar con claridad y no es por las palabras de la Princesa del Zoco. Solo que me pregunto qué tan conveniente sea que entremos.—Hemos venido por Rania y por nadie más, así que entra de una vez y solo actúa normalmente. Vuelvo a repetir, no tienes motivos para que te afecten las palabras de Kenna si dices que no sientes nada por ella.Al final fue Devika la que abrió la puerta y entró, Zahid se quedó fuera por un momento y cuando quiso entrar fue imposible que pusiera un pie dentro del cuarto.—Rania, hemos venido por ti —Devika habló fuerte para que Zahid escuchara —hay que irnos, debes venir cansada.—Hola primita —Rani
Leer más
47: La madre de mis hijos
Zahid que se encontraba en medio de la multitud comenzó a esperar que Kenna llegará, pero las puertas principales no fueron abiertas. De repente miró que en medio de la multitud se deslizaba una mujer que llamó su atención casi al instante.—¿Será posible? Pero ese no es el vestido que le he visto puesto en la boutique.Aquella misteriosa mujer estaba usando un vestido rojo que era corto de adelante y con una enorme cola que obligaba a los invitados a abrirse paso por donde ella pasaba. Los accesorios eran unos aretes y un collar de rubíes junto con una máscara estilo victoriana.—Señorita —Zahid se acercó a la mujer y extendió su mano —¿Me permite esta pieza?La mujer no dijo nada, simplemente puso su mano con la de Zahid y ellos se fueron a la pista de baile. Ante los ojos del señor Rizik comenzaron a bailar y él sonrió.—Así que, después de todo, Iqbal ha sido capaz de reconocer a mi preciosa nieta —él habló, y Aramis lo escuchaba, ya que estaba a su lado —. ¿Qué opinas de él, much
Leer más
48: ¡No te quiero ver en los brazos de otro hombre porque yo te quiero!
La confesión de Lorcan fue una gran sorpresa para Kenna y ella parpadeó varias veces para asimilar las cosas, incluso comenzó a reír.—Vaya, en serio que ahora tus bromas son cada vez más convincentes —Kenna se retiró una lágrima de la comisura de sus ojos —te felicito, Lorcan.—¿Quién ha dicho que es una broma? Estoy hablando muy en serio.—Lorcan… no, lo siento, pero esto no puede ser. Es cierto que en su momento me sentí profundamente enamorada de Selim, no obstante…—¡¿Qué has dicho?! —Anna caminó como una fiera en dirección a Kenna —¡Lo sabía, eres una zorra!En el momento que Anna intentó golpear a Kenna, una mano firme la detuvo y Lorcan se convirtió por completo en un hombre digno de temer. Sus ojos se tornaron oscuros e incluso se podía sentir una pesadez en el ambiente.—Si le tocas a Kenna un solo cabello, ten por seguro que va a ser lo último que hagas con tu asquerosa mano.Anna retrocedió asustada al ver a ese hombre, un chasquido de sus dedos fue suficiente para que los
Leer más
49: Si no soy el amor de tu vida, confúndeme con él
La confesión de Zahid logró sorprender a Kenna, en el momento en que ella intentó acercarse fue rechazada y se confundió a un punto más grande que su sorpresa.—¿Por qué me alejas de ti? Dices que me quieres y al final resulta que no. Sinceramente no puedo entenderlo.—Te alejo porque solo te puedo hacer daño, entiende que tú eres una rosa y yo soy un cactus. No podemos estar cerca el uno del otro.—Te recuerdo que también hay rosas que tienen espinas, no me puedes hacer tan santa para alejarme de ti.—¡Entiende que no merezco ser amado! —él gritó lleno de dolor y desesperación —¡Nunca lo he merecido! Desde que estaba en el vientre de mi madre he sido más que rechazado.—Zahid…—No, no hagas eso. No quiero tu lástima, así que deja de verme de esa manera, entiende que todo lo que amo lo terminó dañando. Si mi madre no hubiera salido embarazada de mí, ella no habría sido tan desdichada y probablemente tendría un esposo y muchos hijos que no son unos bastardos.—No te refieras a ti mismo
Leer más
50: Amenazas que erizan la piel
Zahid maldijo al ver esto, golpeó con fuerza el manubrio de la moto y al final se dio la vuelta para irse por donde había llegado.—¿Y bien? —Devika salió a su encuentro —¿La has logrado alcanzar?—¿Qué crees? —él respondió con amargura —todo por culpa de los idiotas del aeropuerto que no me dejaban pasar.—Pero no todo está perdido, ella va a Dubai. Ahí vas a poder hablar con Kenna y decirle que la amas.—¡No comiences a poner palabras en mi boca! No la amo.—¿Y por eso saliste detrás de ella como si fueras un loco? Ajá, sí, cómo no.Rania se fue en dirección a los hermanos, ella llevaba una mochila en su hombro y un casco en su mano. Cuando ellos la vieron se acercaron en su dirección.—¿Acaso ya te vas? Pensé que te ibas a quedar más tiempo.—Quiero hablar un momento contigo a solas, Zahid. Ya he hablado con mi primita de mi partida, pero en tu caso no es así.Devika abrazó a Rania y le dio un beso en su mejilla, cuando ellos quedaron a solas fue que Rania respiró profundamente y m
Leer más