El rostro de Izan se lleno de preocupación, ¿qué estaba sucediendo?, ¿acaso Grace no lo reconocía?, la miró directamente a los ojos antes de responder. —¿Quién soy?, Soy eso su esposo, Izan. —Grace, función a una seño incapaz de reconocer al hombre frente a ella—¿ acaso no me recuerdas? —No sé quién eres —le dijo a la vez que soltaba su mano— ni siquiera sé quién soy yo. ¿Soy Grace?— preguntó con duda—Si, eres Grace, Grace McCartney de O'Farrell, y yo soy Izan, tu esposo. —Lo siento, no recuerdo nada, no puedo recordar quién soy, no sé quién eres, ni qué hago aqui. Mi mente... está en blanco...—Grace, debes hacer un esfuerzo. — le dijo preocupándose —No recuerdo estar casada, ni siquiera te conozco— el corazón de él, golpeó con violencia contra sospecho.—¿Acaso estás jugando conmigo?—No jugaría con algo tan delicado— se defendió.—O sea que es cierto, ¿realmente no m recuerdas, no sabes quién eres?, Grace tenemos un hijo.—¿Un hijo?— preguntó asombrada, un hijo es algo que ni

Una extraña sensación de calor y amor viajó por el cuerpo de Grace, le sonrió al bebé y se inclinó para depositar un beso en su frente y el bebé sonrió. —Hola bebé — le acarició la mejilla— ya estoy aquí... realmente lo siento, siento todo lo que ha pasado, ahora estaremos juntos. —Pensé en que podría llamarse Dylan, Dylan O'Farrell suena bien. —Es bonito— respondió ella sonriendo — me gusta. —Entonces está decidido, Dylan será— se acercó a ella— estoy muy feliz de que hayas despertado, Grace, y ansioso de poder ir a casa contigo. No te angusties, ni sobre pienses demasiado las cosas, pronto vendrán los recuerdos.—Gracias, Izan...Izan salió de la habitación, encontrándose con la familia feliz que estaban dichosos porque Grace hubiese despertado. —El médico nos ha dicho que está sufriendo de amnesia. — dijo Amelia. —¿No te ha reconocido?— quiso saber Candace. —Sabiamos que los golpes podrían tener consecuencias, sin embargo debemos estar agradecidos, pudo ser peor— dijo Izan s

La pareja se acercó a ella, ambos con una enorme sonrisa en el rostro. —Hola— les dijo sonriendo—¿Eres Candace?— su hermana sonrió más ampliamente. —Asi es, soy Candace. —Y tu debes ser Noah—el también le dedicó una amplia sonrisa.— el prometido de Candace, hijo de Izan. —Es complicado — Candace rio suavemente— pero ya entenderas como sucedio todo. ¿Cómo te sientes?—Confundida— admitió— es como si fuese una desconocida en mi propia vida, y la verdad no sé siente bien. —Confiemos en qué será algo temporal, todo irá mejorando— intervino Noah— veo que mi hermano duerme plácidamente en los brazos de su madre. —Es un bebé precioso, su nombre es Dylan. —Dylan O'Farrell suena bien— dijo Noah. —Lo mismo ha dicho Izan— le regaló una sonrisa. —No sabes lo feliz que estoy de que hayas despertado— Candace la miró con ojos llenos de lagrimas— tus recuerdos vendrán, y si no, siempre nos tienes para contarte todo lo que desees saber. —Grace las miró con una enorme sonrisa, sintiendo que su

Grace, se sentía confundida no sabía quién era aquel hombre que la abrazaba de manera cariñosa y efusiva, en cuanto a él se separó ella, dio un paso atrás.— Lo siento... yo... ¿ quién eres?—Oh, cariño, la emoción de verte nuevamente fue tan grande que había olvidado que desgraciadamente por el accidente tienes un problema de memoria, Noah me lo comentó cuando le pregunté por ti, hubiese querido estar en el hospital y mantenerme ahí a tu lado sosteniendo tu mano pero era obvio que Izan no me lo iba a permitir— aquellas palabras no hicieron más que confundirla por qué su esposo no le permitiría a aquel hombre estar cerca de ella y estar pendiente de su salud— pero no sabes cuánto me alegra que por fin estés en casa y que todo haya salido bien.—Muchas gracias, gracias por preocuparte por mí y por mi salud y... sí la verdad es que es todo caótico, he perdido mis recuerdos y ni siquiera sabía quién era pero, no has respondido a mi pregunta, ¿Quién eres? —Soy Spencer O'Farrell, es una p

—Eso no puede ser posible, debe haber algún tipo de confusión, Spencer— expresa aturdida. — No la hay, Grace.—Ahora, ¿ cómo está eso de que tú y yo somos... somos...?—Amantes, dilo Grace, no temas decirlo. La verdad es que tu vida junto a mi hermano no ha sido para nada fácil, si bien Izan es un hombre que se muestra compasivo y cariñoso, él oculta muchos secretos... secretos que tú has ido descubriendo a lo largo de tu matrimonio y que no te han hecho sentir para nada cómoda con él, te has sentido frustrada porque él te manipuló y ahora te otorga una vida muy lejano a la que te hizo creer que tendrías, tú eres un alma jóven, un alma libre, quieres salir, quieres vivir, conocer pero Izan, te ha robado todo eso. —Y tú y yo... ¿cómo se supone que terminamos enredados?—Enredados no Grace, terminamos amándonos— se acercó a ella y le tomó ambas manos mirandola directamente a los ojos, y le dijo— tú me amas Grace, y yo te amo, y sí puede ser que este sea un amor prohibido, que estemos h

—Lo siento Spencer, la verdad me siento bastante confundida, me duele la cabeza, no logro recordar, no puedo recordar ni siquiera quién soy mucho menos recordarte a ti, o una relación extramarital. —Lo sé, lo sé, sé que en estos momentos no puedes recordar nada, pero todo irá mejorando, verás como los recuerdos vuelven, pero deberíamos seguir con nuestro plan de huir.—No, no puedo ir, no así, no ahora, no en este momento no cuando no recuerdo nada, Spencer.—¿Es que acaso no confías en mí, mi amor?—Yo... yo la verdad no sé en qué confiar, en quién confiar o qué creer, ni siquiera puedo recordar mi nombre, ¿ cómo voy a recordar todo lo que he vivido, cómo voy a tomar la decisión de que creer Y a quién creer.?—Grace, mi hermano oculta secretos muy peligrosos, secretos que generaron en ustedes una pelea casi irremediable, de hecho cuando le hiciste el reclamo mi hermano se atrevió a golpearte.—¿Qué dices?, ¿ Izan me golpea?— lo miró aterrorizada. —No, no lo hace, bueno solo lo hizo

—Me dijo que estaría en su despacho.—Sí, pero mi hermano no te deja mucho tiempo sin supervisión— siguió con sus mentiras— así que no demorará en venir a ver, pero escúchame algo, debemos ponernos de acuerdo para vernos mi amor, te necesito— le dijo mientras la abrazaba— necesito de nuevo el calor de tu cuerpo, necesito que me lames de nuevo Grace, necesito sentirme seguro a tu lado, como solo tu sabes hacerme sentir, necesito saber que sigues amándome y que nuestros planes de estar juntos siguen en pie. —Es que, ¿cómo pueden seguir en pie unos planes que ni siquiera recuerdo?—Pero lo recordarás, amor, lo recordarás solo necesitas un poco de tiempo y no tengo apuros, puedo esperar, puedo esperar a que tú misma descubras la clase de hombre que es Izan— se alejó de ella un poco pero enmarcó su cara con su con ambas manos y mirandola directamente a los ojos le dijo— te amo Grace, te amo y no pienso perderte— y sin más se inclinó sobre ella apropiándose de su boca robándole un beso , l

Grace depositó un beso en la frente de Dylan y lo colocó con cuidado en la cuna. —No se preocupe, señora, le aseguro que el bebé estará bien— le aseguró la niñera, y la enfermera sentada al otro lado de la habitación asintió, ella le sonrió a ambas. —Muchas gracias— después de verlo dormir por algunos minutos, se fue directamente a la habitación, tomó una larga ducha y se fue a la cama, Izan después de la cena, le dijo que tendría que hacer algunas llamadas de trabajo, por algunos minutos se quedó mirando el techo de la habitación, intentando procesar todo lo que conocía hasta el momento de su vida. —Hola...— la saludó Izan entrando en la habitación. —Hola, estaba por dormirme, pensé que demorarias más. —Ha sido un día pesado, tenía algunos asuntos pendientes. —¿De trabajo?— le preguntó recordando las palabras de Spencer, él le había asegurado que Izan tenía una amante. —Claro— le sonrió— tenía algunos problemas con un crucero, pero lo solucioné. Además compré una

Grace, sentía como el calor se expandía en todo su cuerpo, no entendía porqué aquella reacción de su ser, pero ansiaba con desesperación la cercanía de Izan. Él se inclinó sobre ella y la cubrió con su cuerpo mientras profundizaba el beso, ansiaba unirse a ella pero tampoco quería acelerar las cosas Grace, quería disfrutar de tenerla allí colisionando contra su cuerpo, pero ella no era la esposa de siempre, había perdido la memoria, ni siquiera lo recordaba y aunque era evidente que su cuerpo lo reconocía, no quería sentir luego que se estaba aprovechando de ella.... después de una larga jornada de besos y caricias en donde Grace se permitió acariciar el cuerpo de su esposo, así como él recrearse en las curvas de su esposa sintió como su erección se volvía dolorosa y reconoció que había llegado el momento de detenerse, porque sufriría dolorosas consecuencias, cortó el beso alejándose de ella. —Cariño...— le dijo con ternura mientras acariciaba su rostro— me muero por hacerte el am

Grace abrió los ojos lentamente acostumbrándose a la tenue luz que se colaba en la habitación, parpadeó para luego encontrarse con que Izan la miraba fijamente con una sonrisa dibujada en los labios. — Buenos días— lo saludó ella. —Buen día, hermosa— le respondió sonriendo—¿ cómo es posible que amanezcas siempre tan guapa?, debería ser ilegal— le regaló una gran sonrisa. —¿Quiere decir eso que acostumbras a vigilarme mientras duermo?— le preguntó con una sonrisa confundida. —Es un gusto que no siempre puedo darme, pero que cuando puedo hacerlo no desaprovecho la oportunidad, me encanta verte dormir. —Lo tomaré como un halago. —Lo es, no podría ser menos que eso, esposa mía. —Tomemos una ducha y dispongámonos para iniciar el día, hoy tengo unos asuntos que atender con Noah. —No te preocupes, no saldré de casa. Mucho tiempo más tarde después del desayuno, Noah e Izan se habían marchado, Spencer no parecía dar señales de vida y aquello tranquilizaba a Grace, cierta