Vidar miró el techo, ni siquiera estando en su casa sobre su cómoda cama pudo pegar ojo, él no logró encontrar a Eir por ningún lado y no sabe exactamente como sentirse. Está furioso, de eso no hay duda, pero el pensar en que ella ha desaparecido sin más también le hace sentir extraño.Resoplando al saber que debe ir a trabajar porque no puede darse el lujo de faltar, se paró de la cama con dirección al baño, debe ser ese hombre imponente y al que todos admiran nuevamente, debe darles la cara a sus trabajadores y dejar en claro que esas noticias solo fueron con el propósito de perjudicarlo y no lograron hacerlo.Frustrado por no poder descargar su furia, molesto por las tantas llamadas de sus padres, sabedor de que será el centro de todas las miradas una vez entre al edificio, bajó de su auto y decidió subir por el ascensor del estacionamiento subterráneo, ya hablará con todos después.Dejado en claro que no recibirá a nadie, entró a su despacho y se encerró, como lo supuso, Eir no es
Leer más