Aurora.Gabriel no mintió cuando me habló acerca de las sensaciones que este bosque podría provocar, es maravilloso.Estoy corriendo por una planicie que se encuentra varios kilómetros adentro, corro sin parar, me encanta sentir el viento que arropa mi pelaje plata, es como las amorosas caricias que mi madre me daba cuando yo era una cachorra… la extraño tanto, quisiera que ella estuviera conmigo, solo me quedan mi hermana y mi papá, pero jamás he dejado de pensar en mamá, algunas veces la recuerdo con el alma llena de amargura; pero hoy no, hoy recuerdo momentos felices que tuve junto a mi familia. Oigo un fuerte aullido, lo conozco muy bien, es Gabriel, él está corriendo en paralelo a mí, pero nos separan como cuarenta metros, con sus aullidos me está desafiando a una carrera, eso me gusta; Gabriel en forma de lobo, no es amargado, tampoco tan formal, su lobo conserva la esencia de alguien joven, en su forma humana él tiene muy mal carácter, aunque conmigo intenta evitarlo, odia si
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