Aurora.Gabriel y papá encendieron una fogata en la parte trasera de la cabaña, mientras tanto Maite y yo pinchamos malvaviscos en las varillas, terminamos la velada bebiendo una taza de chocolate asando malvaviscos frente a la fogata.Yo estaba agradecida con Gabriel, me regaló una hermosa tarde, al menos estuve tranquila, aunque por dentro mi alma no tiene sosiego, no estoy sana, lo único que podrá darme algo de paz será cuando rescate a mi hijo de las garras de Valka.Después fuí al tocador, me lavé la cara y procuré no tener pensamientos de preocupación, la noche se había vuelto especial junto a mi familia. Cuando salí al pasillo, Maite me estaba esperando. —Necesito que hablemos Aurora. —¿Qué sucede?—Cuéntame todo lo que ha pasado, supongo que no ha sido fácil para ti estar cerca de Daren, por lo que él significó en tu vida y porque él es padre de tu hijo. —Por desgracia sí, él es el padre.—Cuéntame, ¿cómo fue tu primer encuentro con él?Tragué saliva, no podía ocultarle a
45Calíope se había alejado de todos los demás, se sentó bajo un árbol cerca de una ladera, desde allí se veía el cielo despejado e iluminado con la luna aún en estado creciente y muchas estrellas. Él sacó del bolsillo de su chaqueta de cuero color negro una caja de cigarros y un encendedor dorado, segundos después comenzó a fumar.De repente oyó algunos pasos, volteó a mirar, se percató que era Libeyka. —¿Qué haces aquí tan solito y lejos de todos? —él mantuvo el rostro serio.—¿Tú a qué viniste? Deberían estar con el alfa.—Ahora me respondes con otra pregunta.Hubo silenció por varios segundos, solo se escuchaba el murmullo nocturno, Libeyka miró el cielo.—Qué hermoso está el cielo, lástima que aún faltan días para que la diosa se muestre con todo su esplendor —Se sentó al lado de Calíope—. Me recuerda los primeros años en la universidad, ¿Te pasa igual?—Por supuesto que me acuerdo, sobre todo lo que le hicieron a Aurora.—Otra vez Aurora, ¿Hasta cuándo tengo que escuchar su nom
Aurora. Siento mis pies en el aire, no sé en qué momento llegué a este lugar, estoy en la entrada de un inmenso salón, huelo el aroma de flores de distintas especies, resalta el aroma a rosas, como las que papá cultivaba en la mansión de la familia Castell. Doy algunos pasos y atravieso el umbral de la puerta, veo a mucha gente por doquier, todos están vestidos de negro, ellos voltean a mirarme, el sonido de mis zapatos retumba con cada paso que doy, pues el salón está muy silencioso. A medida que avanzo siento incertidumbre, el aroma a flores, los atuendos color negro y el eterno silencio que solo puede indicar una cosa, alguien debió morir, ¿pero quién? Seguramente se trata de alguien muy importante en esta manada. No recuerdo nada, no sé qué sucedió y si conozco al difunto. A medida que me acerco logro visualizar un ataúd de madera de roble, cerca de este están Valka, Gabriel y también Libeyka; todos están vestidos de negro como los demás. Veo a Gabriel, a Calíope, a la herm
En ese momento fuimos interrumpidos por el asistente de Gabriel.—Embajador, disculpe que los interrumpa. —Gabriel soltó mi brazo y le habló con desdén al asistente.—¿Qué quieres?—Son malas noticias las que acaban de llegar, se trata del alfa Daren, acaba de ocurrir un accidente en dónde él está involucrado.—¿Qué accidente?—El alfa ordenó una exploración en el bosque del palacio, donde hubo un deslizamiento de tierra donde el alfa se encontraba, él cayó al vacío, los rescatistas aún no lo han encontrado.Gabriel me miró a los ojos.—Tuviste una premonición, dime qué viste. —Yo me quedé muda, Gabriel me agarró de los brazos y me sacudió.—Dímelo, no te quedes callada.Salí corriendo y subí las escaleras y me encerré en la habitación, me recosté detrás de la puerta y me desaté en llanto.—Mi diosa no, muerto no, sé que no debería sentir nada, pero no soporto que ese sueño se haga realidad. Gabriel tocó la puerta con insistencia, yo hice oídos sordos y abrí la puerta del balcón, fuí
Narrador. Gabriel notó que Aurora no se encontraba por ninguna parte, entonces le preguntó a uno de sus hombres. —¿Dónde está mi esposa? —Entró a la tienda hace un rato. Entonces fue a buscarla, encontró a Libeyka con la hermana de Daren y Valka. —¿Luna no está aquí con ustedes? —No querido cuñado. —respondió Valka, ella salió hace como quince minutos. Valka notó la expresión que él tenía en su rostro, era de preocupación. —Quizás está en otra tienda, no te preocupes. —Todas las tiendas están vacías, la guardia real mandó a casi todos a sus casas, ella debería estar aquí con ustedes. —Insisto en que la hija del ministro debe estar en alguna parte, ¿qué razones tendría para desaparecer en medio de la noche y sin avisar? Gabriel salió consternado de la tienda, Libeyka salió detrás de él, aunque su intención no era seguirlo, solo pretendía salir de la tienda, accidentalmente lo escuchó hablando con el guardaespaldas con enojo, entonces se acercó sin que ellos se per
No sé cuánto tiempo pasó, creo que perdí el conocimiento o me quedé dormida por varias horas, la noche ya no estaba tan oscura, debían ser al menos las tres de la madrugada. De repente un ruido palpitante me trajo de nuevo a la realidad, abrí mis ojos, tenía mucho frío, no sentía mis manos, pues estaban casi congeladas, no pasaron tres segundos cuando caí en cuenta que estaba recostada sobre el pecho de Daren, me senté sobresaltada y toqué el lado izquierdo de su pecho, fueron sus latidos los que me despertaron.“Está vivo.”—¡Daren! ¡Daren! Lo sacudí, de pronto el abrió sus ojos despacio y habló con una voz muy tenue.—Aurora… estoy contigo.Me quedé callada, no se suponía que él supiera que aún estoy viva. Daren estaba herido, necesitaba atención médica urgente, además la temperatura había bajado demasiado, eso podría causarle hipotermia.Me puse de pie y miré todo alrededor, tenía que pensar rápido en hallar algún modo de sacarlo del río y llevarlo a un lugar seguro, dónde los ho
Gabriel regresó un par de horas después, yo me encontraba metida en mi cama, estaba mirando las noticias por redes sociales con mi tablet. Me dolía todo, especialmente mis pies, pues tenía ampollas producto de todo lo que había caminado en el bosque y de regreso a la mansión.Él entró a mi habitación sin antes tocar, supuse que estaba enojado, y no me equivoqué, tenía una dura expresión.—¿Dime qué hiciste?—No preguntes lo que ya sabes.—¡Dimelo!—No quiero oír tus gritos.Me quitó la tablet y la lanzó contra el suelo destruyendola en un instante.—¡Dime qué demonios fuiste a hacer al bosque!—¡¡Fuí a buscar a Daren!! —Le grité—, ¿eso era lo que querías escuchar? ¡Pues ya lo dije!—¿Él es tu mate? —¡¡No!!—Si lo es. —los ojos se me aguaron.—¡No lo es!—Si lo es, Daren fie el lobo que te hizo tanto daño.—¡Basta!Bajé mis pies de la cama, tenía intenciones de levantarme, pero sentí que el piso me quemaba, no me atreví a levantar mi cuerpo, Gabriel se percató.—Estás así por él, pu
Narrador. Aurora se encontraba sola en la terraza trasera de la mansión, estaba con brazos cruzados y recostada en el barandal de yeso, de esos clásicos de color blanco. Frente a la terraza había un inmenso jardin, con muchos árboles frutales de distintas especies, también había un área con árboles de canela cuyo aroma visitaba los espacios abiertos de la mansión. En otra ocasión Aurora habría disfrutado de todo aquel extenso lugar, habría corrido y disfrutado por todo el terreno, pero no había tenido chance ni de conocer bien la mansión de Gabriel, solo tenía tres días en la manada y ya su vida se había vuelto a convertir en un caos. Aurora estaba meditando al respecto, estaba convencida de que ella misma había destapado la caja de Pandora y había alborotado a todos los demonios enemigos de la manada, porque el alfa había tenido un accidente y estaba al borde de la muerte, lo cuál había traído desesperación a su alma que ya de por sí estaba sufriendo, la información que dieron