No sé cuánto tiempo pasó, creo que perdí el conocimiento o me quedé dormida por varias horas, la noche ya no estaba tan oscura, debían ser al menos las tres de la madrugada. De repente un ruido palpitante me trajo de nuevo a la realidad, abrí mis ojos, tenía mucho frío, no sentía mis manos, pues estaban casi congeladas, no pasaron tres segundos cuando caí en cuenta que estaba recostada sobre el pecho de Daren, me senté sobresaltada y toqué el lado izquierdo de su pecho, fueron sus latidos los que me despertaron.“Está vivo.”—¡Daren! ¡Daren! Lo sacudí, de pronto el abrió sus ojos despacio y habló con una voz muy tenue.—Aurora… estoy contigo.Me quedé callada, no se suponía que él supiera que aún estoy viva. Daren estaba herido, necesitaba atención médica urgente, además la temperatura había bajado demasiado, eso podría causarle hipotermia.Me puse de pie y miré todo alrededor, tenía que pensar rápido en hallar algún modo de sacarlo del río y llevarlo a un lugar seguro, dónde los ho
Gabriel regresó un par de horas después, yo me encontraba metida en mi cama, estaba mirando las noticias por redes sociales con mi tablet. Me dolía todo, especialmente mis pies, pues tenía ampollas producto de todo lo que había caminado en el bosque y de regreso a la mansión.Él entró a mi habitación sin antes tocar, supuse que estaba enojado, y no me equivoqué, tenía una dura expresión.—¿Dime qué hiciste?—No preguntes lo que ya sabes.—¡Dimelo!—No quiero oír tus gritos.Me quitó la tablet y la lanzó contra el suelo destruyendola en un instante.—¡Dime qué demonios fuiste a hacer al bosque!—¡¡Fuí a buscar a Daren!! —Le grité—, ¿eso era lo que querías escuchar? ¡Pues ya lo dije!—¿Él es tu mate? —¡¡No!!—Si lo es. —los ojos se me aguaron.—¡No lo es!—Si lo es, Daren fie el lobo que te hizo tanto daño.—¡Basta!Bajé mis pies de la cama, tenía intenciones de levantarme, pero sentí que el piso me quemaba, no me atreví a levantar mi cuerpo, Gabriel se percató.—Estás así por él, pu
Narrador. Aurora se encontraba sola en la terraza trasera de la mansión, estaba con brazos cruzados y recostada en el barandal de yeso, de esos clásicos de color blanco. Frente a la terraza había un inmenso jardin, con muchos árboles frutales de distintas especies, también había un área con árboles de canela cuyo aroma visitaba los espacios abiertos de la mansión. En otra ocasión Aurora habría disfrutado de todo aquel extenso lugar, habría corrido y disfrutado por todo el terreno, pero no había tenido chance ni de conocer bien la mansión de Gabriel, solo tenía tres días en la manada y ya su vida se había vuelto a convertir en un caos. Aurora estaba meditando al respecto, estaba convencida de que ella misma había destapado la caja de Pandora y había alborotado a todos los demonios enemigos de la manada, porque el alfa había tenido un accidente y estaba al borde de la muerte, lo cuál había traído desesperación a su alma que ya de por sí estaba sufriendo, la información que dieron
Aurora. Gabriel se marchó después de la conversación que tuvimos. Me ha dejado invadida por la angustia, él quiere reclamar el trono, estoy segura de que está convencido de que Daren no despertará, pero existen posibilidades de que sí lo haga, ya lo hizo en el río; Daren es fuerte, su lobo es fornido, luchará por vivir. Si Daren despierta y Gabriel ha tomado el trono, se va va a desatar una guerra en la manada, y posiblemente el alfa de Grauer Mond se una a Gabriel, él convencerá a otros alfas de que apoyen su causa, es que hay intereses de por medio, Gabriel no lo ve de ese modo, pero HochFinster tiene riquezas que no otras manadas no, como la minas de diamantes, o el petróleo. Estos años que he he estado asumiendo el lugar de Luna Meyer, he aprendido muchas cosas de política exterior y de economía, conozco las carencias y riquezas de cada región, sé que la debilidad de HochFinster son las distintas batallas que han tenido que enfrentar en el extranjero, tienen muchos enemigos; Da
Aurora. Apenas probé un bocado a la hora del almuerzo, después subí a encerrarme a mi habitación, no tenía ánimos de salir, solo quería estar encerrada, el día anterior había pasado muy feliz con mi familia, pero hoy el caos reinaba en mi vida, no solo por dentro, sino que todo mi alrededor lo era, Daren estaba en coma, aún no tenía noticias de mi hijo y Gabriel está a punto de invadir el palacio. No tengo idea de cómo lo hará, pero tiene aliados. Kaiser llamó al teléfono de la habitación, decidí contestar. —Diga. —Voy al bosque a traer a la hechicera. —resoplé. —Con tantas cosas que están pasando olvidé que esa mujer vendrá. —Si quieres le digo que lo dejemos para otro día. —Me pasé la mano por la cabeza y lo pensé por un momento. —No, mejor ve a traerla, necesito hablar con ella, no solo de Daren, hay otras cosas, quizás ella tenga información acerca de mi hijo. —Bien, iré a buscarla. —Kaisser. —Diga señora. —Mejor iré contigo, le diré a Sortileya que me prepa
Se me apagó la sonrisa, mis mejillas comenzaron a arder, me dio vergüenza, más aún que Kaisser estaba presente y oyó todo, aunque él ya lo subía, esa hechicera simplemente me había desnudado en tan solo pocos segundos. Kaisser me dijo: —Iré afuera. Se retiró, yo me quedé de pie sin mover ni un dedo en donde estaba, la hechicera comenzó a caminar ai alrededor, observandome con detenimiento; luego se detuvo frente a mí. —¿A qué ha venido? ¿Qué es lo que la atormenta, a parte de que le ha sido infiel a su esposo con el alfa. —Apreté los dientes y le dije con reproche. —¿De verdad no lo ve? Dice que soy una suplantadora, ¿pero no sabe quién soy en realidad? —No soy adivina, percibo cosas y algunas veces veo, pero tienes fuertes hechizos bloqueado tu verdadero ser, no puedo saber quién eres, no puedo ver tu pasado, solo puedo que quieres ocultar quién eres en realidad, temes que te descubran. No puedo ni captar su verdadero aroma, solo percibo el aroma del alfa en su cuerpo, lo conozc
Aurora. Fuimos a la mansión de Gabriel, en la sala le dije a Kaisser: —Averigua en dónde está Draco, y avísale a papá y a mi hermana. —¿Qué les digo? —Que llegó el momento de marcharnos, diles que vayan y me esperen en el aeropuerto. —Tu papá no querrá hacerle esto al embajador. —Sé que Gabriel no merece que me vaya sin avisar, pero quiero ser libre, el trato fue que yo me ayudara a conseguir el título noble de Luna, ya lo hice, no tengo que permanecer a su lado. —Kaisser agachó la mirada. —Estoy de acuerdo con tu padre, el embajador no merece que lo abandones. —Nunca podré armarlo, él merece estar con una mujer que pueda corresponderle, yo quizás seguiré atada a Daren toda la vida, si no encuentro un hechizo que me libere de él, tendré que acostumbrarme, vivir con eso. Después subí las escaleras, corrí a mi habitación y busqué una maleta mediana, la puse sobre la cama y comencé a empacar algunas cosas, no mucho, solo lo necesario para algunos días; también necesitaba
Narrador. Kaisser estaba fuera de la mansión observando a varios hombres guardias de Gabriel que estaban armados y parecían predispuestos a cualquier cosa que sucediera alrededor, era notable que estaban alertas al peligro. Cuando el embajador salió de la mansión, se acercó a Kaisser le dijo: —No dejes que Luna salga a ninguna parte, no quiero que se exponga al peligro. —Disculpe embajador, que le pregunte, ¿peligro de qué señor? —El palacio y la mansión de la familia alfa están siendo invadidos en este preciso momento, ya se vio a ver enfrentamientos entre mi ejército y el ejército del alfa. —¿La mansión de la familia también? ¿Por qué? El alfa no está en su casa. —El hijo de Luna está en esa mansión, hoy mismo lo encontraré para entregárselo a su verdadera madre, es lo primero que tengo en mente hacer; cuida de mi esposa y no dejes que salga. Gabriel se dirigió hacia el auto, el chofer abrió la puerta trasera, él subió a este, Kaisser se quedó esperando que se marchara