Ni todo el tiempo del mundo puede ayudarme a prepararme para esta cena, porque aunque sé que las propiedades no son cercanas, siento que llegamos en poco tiempo a lo que sin duda, será la cena más incomoda en la que estaré.Por eso, sin poderlo evitar, alguien abre la puerta del auto y yo debo darle la mano al hombre que ahora es mi esposo y también, tío de mi exnovio. Todo ello, hace que quiera irme, pero, dudo que sea posible.Con miedo, miro a Reymond deseando que me diga que nos marchemos, pero, lo que hace es rodear mi cintura, para pegarme más a su cuerpo.— Puedes mirarme como desees, pero, no voy a retroceder.— Pero, aun estamos a tiempo… — susurro mientras las puertas de la propiedad Perasi se abre frente a nosotros.Deseando que sea un mayordomo o algo parecido para decirle que me siento mal y por eso nos vamos, levanto mi mirada dándome cuenta de que son mis exsuegro
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