Capítulo 18. Corazón partido en dos.
Brianna llegó a la casa hecha un nudo de nervios. Frederick la recibió, pero no hizo ningún comentario sobre su rostro contrariado. Ella había llorado a mares en el taxi.Se encerró en su habitación y se lanzó sobre la cama hasta que recuperara la cordura. El beso que Connor le dio despertó en su interior emociones que creyó superadas.Le costaba no pensar en aquel tiempo maravilloso y sublime que pasó a su lado, compartiendo como dos adolescentes un amor prohibido, sentenciado por las diferencias sociales.Una mujer como ella, sin nada en la vida, no podía aspirar a tener una relación con un hombre como él.Connor lo tenía todo: dinero, estatus social, belleza, éxito e inteligencia. Podía estar con cualquiera, pero la había elegido entre muchas y eso la hizo sentirse especial.Le entregó cada gramo de su ser, su corazón, sus sueños, sus esperanzas y su cuerpo, permitiendo que él depositara una nueva vida en su vientre.Pero luego la realidad les cayó encima con una ferocidad aplastan
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