Las calles de Cancún están muy pobladas a estas horas, luces, vendedores y por todos lado se escuchan músicas muy alegres, por todos lados se ven parejas, agarras de la mano y sonrientes... me siento contenta, y si esto es un sueño no quiero despertar. Hace mucho tiempo no me sentía tan contenta, con ganas de vivir la vida y ser feliz nuevamente. Matthew se a dedicado a seguirme en todo lo que hago, ríe conmigo, parecemos mejores amigos disfrutando de unas vacaciones. Jamás había venido a Cancún y aun que fue mi sueño lo había perdido hace mucho tiempo atrás. Hemos caminamos como tres cuadras desde que salimos el hotel, buscando un buen restaurante, según Matthew. Algo que me estaba volviendo loca.Matthew a insistido en comer en un restaurante elegante, pero al final lo e convencido de hacerlo al aire libre, en la playa, una comida humilde y deliciosa, al principio puso muchos peros y que podíamos enfermar, que comer en las calles traía muchas infecciones estomacales. Ignore por c
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