CAPÍTULO 48: EL MOMENTO ESPERADO LLEGÓParisaDebo ser una especie de santa, porque estoy segura de que nadie ha tenido tanta paciencia como yo. He esperado pacientemente estos siete meses más de embarazo mientras cuido de Gaia, sin embargo, no he dejado de verla más que como un medio para mis fines, mientras más pasaron los meses, mi odio hacia ella no hacía más que aumentar. Mantener a Nikolai lejos de la cabaña no fue tan fácil como lo pensé, ni siquiera la guerra que se ha desatado entre ambos reinos logró que él se la sacara de la cabeza. Y aunque he hecho todo en mi poder para que se fije en mí, él simplemente no me ve más que como una reina que debe tener a su heredero y nada más.Ni siquiera pasar las noches juntos en la misma habitación ha conseguido despertar, aunque fuese, un deseo carnal en él hacia mí, pero no me importa, porque eso es algo que Gaia no tiene saber y, por supuesto, nunca se va a enterar de la verdad.Ser la única que se encarga de velar por ella me ha ser
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