Tres días después Las cosas estaban bien, Heriberto no había hecho nada, pero seguía investigando, los proyectos estaban muy bien, los clubes y Té, estaban bien avanzados, eso era más importante para Gómez en ese momento. Los pensamientos de todos estaban a flote, un miedo terrible sentían de solo pensar que ese hombre atacaría sin previo aviso, sacándolos del camino sin pensar. Ingrid y Pedro tenían todo preparado por si en cualquier momento Gómez daba el primer paso, David deseaba marcharse con su esposa, su corazón dolía, solo imaginar que le pasara algo. —No quiero que salgas sola ni al jardín, por favor —Le pidió David, escondiendo su cara en el cuello de ella. —Está bien, seré una mujer muy obediente, —respondió ella acariciando su cabello, no deseaba preocuparlo y también temía por su vida. La mañana no hubo noticias de Heriberto, solo de Julia y Lucía, que en esa misma tarde, irían de visita a ver unas cosas del presupuesto que necesitaban y otras cosas más, por esa
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