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Todos los capítulos de Enamorada de mi cuñado Duque: Capítulo 71 - Capítulo 80
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Capítulo 70. Mala esposa.
Minutos antes:Maxwell estaba en su oficina examinando unos documentos cruciales cuando sonó el teléfono. Al otro lado de la línea, su técnico informático y administrativo le informaba que se había producido una fuga de información personal de la empresa, y que, como resultado, la competencia estaba presentando ofertas más atractivas a sus clientes.—¡Cómo fue eso posible! Era confidencial. Nadie más, a excepción de mí y de Nicholas, tiene acceso a esa información.—No lo sé, señor. En nuestro sistema figura que hubo una descarga de información personal sobre la empresa.—¡Los quiero a todos investigando ese problema ahora mismo! Ustedes son los encargados de administrar que ningún hacker o desconocido pueda intervenir en nuestros sistemas. ¡Arreglen eso YA!Maxwell estaba enfurecido. No podía creer que esto le hubiera ocurrido. ¿Quién tendría el atrevimiento de robarle información? Sus sistemas tenían una seguridad informática de primera. Contaba con los técnicos más capacitados a su
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Capítulo 71. Celos intensos.
—No, es que estoy segura de que debe tratarse de alguien que te conozca. ¿Y si Max es quien te está ayudando? No sé, lo digo porque él y tú… bueno, me entiendes.Valentina agitó las manos, descartando la idea de Olivia.—No lo creo. Él no tendría por qué ayudarme y yo no le he dicho el nombre de mi madre. Tu hermano me considera una aprovechada, ¿piensas que me daría dinero?—No pierdes nada con preguntarle —sugirió Olivia.Valentina soltó una risita irónica.—Mejor no. Además, dirá que es solo una excusa para acercarme a él —dijo, resentida.—Entonces, ¿qué harás?—No sé. Pensé en decirle a mi madre que congelara su cuenta y que pidiera una revisión, pero como sabes, ella utilizó dinero de ese y no tengo cómo reponerlo. Por el contrario, creo que voy a necesitar más de ese dinero —Valentina suspiró profundamente, el cansancio mental la abrumaba.De repente, sintió la vibración del teléfono entre sus senos. Lo sacó rápidamente para asegurarse de que no fuera una llamada del padre de s
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Capítulo 72. Caos.
Sentada junto a todos, Valentina no dejaba de estar incómoda. Maxwell no parecía mirar a otro lugar que no fuera el suyo; esos ojos azules se incrustaban en su alma, con una intensidad que le aseguraba hacerla arder en las llamas del mismo infierno. Mientras tanto, Aurora se aferraba al brazo de Maxwell, casi impidiéndole comer, limpiándole las comisuras de los labios como si fuera un niño. Sus actos por sobresalir eran ridículos, pero lo que buscaba era marcar territorio, e incomodar a Valentina, y Maxwell, de cierto modo, lo estaba notando.—Ustedes no parecen una pareja de recién casados —argumentó una amiga de Aurora señalando a Valentina y a Ethan.Valentina enarcó las cejas, mirando a la mujer con cierta irritación.—¿Y cómo opinas que debe comportarse una pareja de recién casados en un almuerzo familiar? —preguntó cortante.—No sé, tal vez, ser más cercanos.—Si no sabes, entonces no tiene sentido lo que aseguras —la atacó Ethan, reprimiendo todas las groserías que se acumular
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Capítulo 73. Intriga y sospecha.
—Debió de estar enojado, ya que Maxwell fue a enfrentarlo por lo que me sucedió. Así que dudo que el príncipe lo haya tomado de la mejor manera. Estoy seguro de que fue él.—Hasta no tener pruebas no podemos culpar a otra persona. Hay que esperar para ver qué encontramos.Al día siguiente:Maxwell se encontraba en su despacho revisando estadísticas y sacando cuentas de las pérdidas que hubo. En eso ingresó Nicholas trayendo consigo otros papeles, pero se detuvo al notar cómo el rostro de su amigo reflejaba rabia y dolor. Lo conocía muy bien como para saber que se culpaba a sí mismo por lo sucedido.—Max, amigo, ¿cómo estás?—¿Es en serio, Nicholas? ¿Me estás preguntando cómo estoy?—Sí, lo siento. Fue inoportuno de mi parte.—Dios, Nicholas, ¿cómo fue que pasó todo esto? ¿Cómo fue que sucedió? ¿Quién se atrevió a hacer semejante maldad?—No sé, pero presiento que de algún modo esto tiene que ver con el robo de la información en la empresa. ¿Crees que podremos tomar acciones legales co
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Capítulo 74. Enfrentamiento.
Aurora avanzaba por uno de los oscuros pasillos que conducían al salón de descanso, y sus tacones resonaban en el mármol pulido, mientras sus pensamientos volaban entre la tensión y la sospecha. De repente, una risa burlona resonó detrás de ella y al voltear se encontró con Amalia, limpiándose el labial corrido de la boca, y la cual le dedicó una sonrisa cargada de veneno.—Eres una psicópata aterradora —le dijo Amalia con malicia.Aurora, que pretendía seguir su camino, se detuvo en seco.—No sobrepases tus límites, ninfómana —respondió con desprecio, clavando su mirada en la de Amalia.—¿Te enoja que te llame por lo que eres? Sé que tienes tus manos metidas en ese incendio. ¿Intentaste asesinar a la latina? ¡Esa mujer tiene más vidas que un gato! —continuó Amalia, burlona.Aurora la fulminó con la mirada, conteniendo el impulso de golpearla.—Deja de inventar estupideces. No hice nada. Tal vez ese incendio lo provocaste tú.—¿Y dañar mi lugar favorito? —respondió Amalia sarcásticame
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Capítulo 75. Sentimientos confusos.
Eran más de las dos de la tarde, cuando Nicholas atravesaba el largo pasillo que daba al estudio de Maxwell. Pues tenía días sin visitar a su amigo, después de la intensa pelea familiar decidió darle espacio, más aún porque ahora tenía que trabajar con Evelyn, quien era extremadamente exigente. —¡¿Qué rayos?! —exclamó Nicholas cuando sintió que alguien tiró de su brazo, jalándolo hacia un cuarto donde había muebles cubiertos con sábanas blancas y polvo en el aire. Nicholas, aunque no era muy bueno en combate, por instinto alzó su puño para defenderse. Sin embargo, al ver el rostro del intruso, soltó una risilla ridícula de alivio. —Casi te golpeo, Ethan... —ni bien terminó de hablar, los labios de Ethan cubrieron los suyos con urgencia. Nicholas sonrió, aunque un poco tenso, atrapó su nuca con una mano firme, profundizando el beso. Sentía el calor del cuerpo de Ethan contra el suyo, y cada uno de sus gemidos resonaba en sus labios como una melodía tentadora. Ethan no se cohibió
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Capítulo 76. El fallo no fue la mentira, sino el engaño.
Valentina se encontraba en su habitación, masajeando su pantorrilla adolorida después de un largo día de trabajo, cuando la puerta se abrió con un suave chirrido. —¡Valentina! —exclamó con entusiasmo y con un sobre oficial en las manos.Valentina levantó la vista, sorprendida, y su corazón comenzó a latir con fuerza al ver la expresión en el rostro de Ethan. Él se acercó y, con una ceremonia juguetona, le entregó el sobre. Valentina lo tomó con manos temblorosas y, al abrirlo, sus ojos se llenaron de lágrimas al ver su permiso de residencia.—¡Ay, amigo, estoy tan feliz! —dijo con ojos aguados, abrazándolo impulsivamente—. No sabes lo que esto significa para mí.Ethan la estrechó en sus brazos, compartiendo su alegría. Luego, se separó un poco para mirarla a los ojos, aun sosteniendo sus manos.—El abogado pudo agilizar el procedimiento. En unos días tu madre y tu hija podrán venir. Y después podrás obtener tu residencia permanente.Valentina lo miró con gratitud y esperanza.—Grac
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Capítulo 77. Acorralado.
—Eso a ti no te importa. Vine aquí porque me mandaste a llamar, así que dime de una vez qué es lo que quieres. No soporto estar a tu lado —intentaba mostrar desprecio, pero era imposible. No podían hablarse sin dejar de verse a los ojos, era inevitable no anhelarse aunque estuvieran peleados.—Claro, a mí me hablas así, pero si fuera el hermano de Eloísa le sonreirías coquetamente.Maxwell había contactado a Valentina para discutir asuntos de importancia, pero la actitud de ella y su forma de responder no fueron de su agrado, especialmente después de que él se mostrara preocupado al darse cuenta de que ella había estado llorando. Los celos de Maxwell emergieron, rememorando la escena que había presenciado entre ella y el hermano de Eloísa.—¿De qué estás hablando? —Valentina lo miró, confundida.—Dime, Vale, ¿por qué a otros les sonríes y a mí simplemente me desprecias? —Maxwell la sujetaba fuertemente por los hombros.—¿Estás borracho o algo así?—Estoy loco, Valentina, estoy complet
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Capítulo 78. Despreciada.
Con su mirada perdida en un mar de incertidumbre, Maxwell, sin mediar palabra, entró tambaleándose en la habitación y se dejó caer en el sofá. Sentía que el mundo se derrumbaba a su alrededor.—Aurora, por favor… no hagas esto. Te lo suplico. —Maxwell enterró el rostro en sus manos, sintiendo el peso de la desesperación.Aurora se acercó lentamente, disfrutando cada paso, y se arrodilló frente a él. Con suavidad, le levantó el rostro, obligándolo a mirarla a los ojos.—Maxwell, sabes que te quiero. Pero no puedo seguir soportando que Valentina interfiera entre nosotros.—Ella… no tiene la culpa. —Maxwell intentó justificarse, pero Aurora no le dejó terminar.—Siempre la defiendes. Siempre. Y eso me duele. —Aurora se levantó bruscamente, dando unos pasos hacia la ventana. Miró hacia afuera, intentando calmar su rabia.—Lo que siento por Valentina… es complicado. —Maxwell se levantó y caminó hacia ella, colocándole una mano en el hombro.Aurora se giró rápidamente, con sus ojos llenos d
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Capítulo 79. Más que cuñado.
Aurora aún seguía furiosa. Maxwell la había dejado excitada, con ganas de que la hiciera suya, pero no seguiría perdiendo su tiempo. Contaba con su fiel amante, quien durante muchos años supo y sabe cómo complacerla hasta hacerla llegar al éxtasis profundo.—Estoy segura de que se fue con esa maldita. No me tocó por pensar en ella, pero juro que muy pronto haré que la corran de aquí. Haré que Maxwell la odie por completo.Tomó su teléfono y marcó el número de su amante, "Sexy desconocido".—¡Tan rápido, hermosa! Veo que el duquesito dura muy poco. ¿Es precoz?—habló aquella voz de forma burlesca.—Nada de eso. El muy idiota ni siquiera me tocó, pero haré que me las pague muy caro.—Shh, me encanta cuando hablas así. Ese tono de villana malvada me vuelve loco.—¿Ah, sí? Y qué si te digo que justo ahora estoy toda deseosa de ti y de tu... tengo algo muy especial para ti.—Suena interesante, hermosa. Te espero con ansias, no te demores.Horas más tarde, Valentina descendía del avión priva
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