Isabella se dio un ducha relajante y se aplicaba crema perfumada en sus estilizadas piernas,la puerta se abrió de repente,era Eduardo.-¿Qué rayos?,¿acaso no te enseñaron que se toca antes de entrar? Eduardo no pronunció palabra. Sus ojos se abrieron de par en par al encontrarse con Isabella en ropa íntima, y por un instante, se quedó atónito y tartamudeó algunas frases.-¡Lo siento!,yo sólo...Isabella, sin inmutarse ante la inesperada visita, alzó una ceja y con un toque de picardía en su mirada, le dijo a Eduardo que cerrara la boca, bromeando sobre cómo parecía estar a punto de soltar la baba. -No eres la primera mujer que veo desnuda,además tú deseabas que yo te vieras,debiste pasar seguro a la puerta.-¡Es mi habitación!,¡es mi privacidad!,estás acostumbrado a…Sus palabras fueron interrumpidas por la abrumadora cercanía de Eduardo, quien no pudo resistirse a los encantos de ella.Ante la abrumadora pasión del joven,su varonil fragancia y el ímpetu con el que se le abalanzó e
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