*—Damien:Después de la cena, Damien comenzaba a sentirse un poco agobiado. Hubo tantas preguntas y comentarios que, aunque la familia de Layonel parecía un reflejo de la suya en cuanto a número y energía, no podía evitar sentirse un poco abrumado. La familia Bates siempre había sido ruidosa y caótica, pero Damien los conocía de toda su vida. Ahora, al enfrentarse a la otra familia de Layonel, todo parecía un poco más nuevo y un tanto abrumador.Layonel notó la tensión en él y, con una sonrisa cómplice, le sugirió que tomaran un respiro. Juntos, subieron al segundo piso, donde Layonel lo guió hacia una sala con ventanales grandes, que ofrecían una vista preciosa de la nieve cayendo. Se quedaron en silencio por un momento, mirando el paisaje invernal.—¿Cómo te sientes? —preguntó Layonel, su tono suave y preocupado mientras se acercaba a Damien.—Abrumado, feliz y nervioso —admitió Damien, encogiéndose de hombros.Layonel se rió suavemente.—Sí, así me sentía yo la primera vez, solo qu
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