DUSTIN ULIBARRI Venir al club se ha vuelto rutinario y poco interesante. Estar encerrado por horas no es realmente algo que disfrute, ¿No fue por eso que también decidí alejarme de la empresa de mi padre? Aquí soy libre de socializar, de salir de la oficina, pero eso me aterra porque se que podría volver a equivocarme y tener una causa más que justificada para ser despedido sin contemplaciones. Salgo de la oficina cuando necesito beber algo y también para ir al baño. Las conversaciones me cuestan porque hay dos tipos de personas en el ambiente. Veo muchas personas bailando, tocándose sin pena, besándose. Nadie aquí es virgen, no esperaba eso, pero si un poco de pudor tal vez. Aquí comienzan los juegos previos que yo haría en la habitación con Mireya. ¿Les excita que los miren? Yo me sentiría incómodo y sería incapaz de mantener una erección. Cuestionarlos a ellos y a su falta de vergüenza es reafirmar que no pertenezco aquí ni que lo haré. Ver los espectáculos que esta gente sin p
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