Madre e hija, pueden construir una relación basada en el amor y la comprensión sin límites, condiciones sin fin. Aunque Rocío fue una niña mimada y caprichosa, sus padres luchaban por qué fuera feliz, sin saber lo mal que le hacían no negarse a lo que la dañaba, creyendo que la haría feliz. Debían agradecer ese viaje, que sin tratar de hacerse los locos, iba con mala intención hacia Marisol, quien pudo ver su talento, dándole la oportunidad de cambiar su manera de ver las cosas, motivar a conocer el mundo y obtener las cosas con esfuerzo y validez. Para Rosario, saber que su hija era correspondida en el amor, la llenaba de satisfacción, dejando a un lado el dinero, algo que se podía construir, obtener con esfuerzo y dedicación. Rocío ya estaba junto a ella y su padre, en espera de conocer a su yerno, por supuesto que su esposo le dejó claro que no era el millonario que ella deseaba, Rocío estaba muy asustada, Pablo no permitiría que ellos decidieran cómo llevar su relación. —Mam
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