Él se soltó la mano de pronto, no quería que pareciera que la estaba obligando a nada, y se incorporó en el sofá después de apartarse la manta a un lado.―Lo siento, ―se disculpó. ―Dame solo un segundo, por favor.Le estaba viendo suplicarle, no podía seguir viéndolo así. Sin decir nada se sentó en el sofá junto a él, sorprendiéndolo por un instante, pero tuvo que reaccionar pronto, estaba teniendo la oportunidad de hablarle y que le escuchara.―Sé que no tiene perdón nada de lo que te hice, y no solo por el hecho de que lo hiciera sino porque a causa de esos errores estuve a punto de perderte para siempre y eso no me lo perdono. Tal vez no me merezca tu perdón, pero te necesito a mi lado, te quiero conmigo, y a nuestro hijo, claro. ―el corazón de la chica palpitó con fuerza, no lo había mirado a la cara desde que comenzara a hablar, pero después se volteó a mirarlo, había mucho dolor en su mirada y aquello empezaba a lastimarla.―¿Por qué te echas toda la culpa? ―murmuró―Mario me con
Leer más