Final—Y yo —lo volvió a besar.—Te amo —le expresó—. Sin ti, todo habría sido más difícil, me aligeras todo, cariño. Por eso, y porque te has convertido en una persona especial, te amo.—Yo a ti más.—Ahora descansa, duerme, preciosa.Pero en ese momento comenzaron a tocar la puerta de la habitación y no podría ser alguien más que Abril. En efecto, era ella y abrazó a su padre, adormilada.—Papá, no puedo dormir, he soñado que un monstruo entró a mi habitación y me quiere comer. Entonces, si estoy aquí, no me va a comer, papá —le dijo, un poco asustada, y él no tardó en cargarla.—No pasa nada, todo es parte de tu imaginación y un mal sueño, como has dicho. Pero puedes quedarte a dormir, ven —besó su pequeña frente.Ella se aferró más a él, como si estuviera segura de que realmente él la iba a proteger del malvado que se dibujó en su mente y la horrorizó. Por lo que podría quedarse tranquila.—Vale, no te preocupes más.Y así, la pequeña había elegido el centro para dormirse y sentir
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