Aaron ya no se rio mas, mientras regresabamos en el coche hacia nuestra casa, solamente me cogio la mano con suavidad, como si quisiera demostrarme que lo que acababa de decirme era cierto, pero yo aun no me lo podia creer del todo, ya que ni era muy guapa, ni tenia ese cuerpo seductor que tenia la compañera de trabajo de mi esposo, o eso era lo que yo no podia quitarme de mi terca cabeza, Aaron metio el coche dentro del garage con tranquilidad, mientras yo intentaba quitarme el cinturon de seguridad, Mi marido cuando bajo del coche, abrio mi puerta ayudandome a bajar de el, bloqueandome el paso despues, rodeando mi cintura con sus brazos mientras los dos nos mirabamos fijamente a los ojos, acorralandome entre su cuerpo y el frio metal del coche, juntando sus labios a los mios, mientras una de sus manos la metia por el corte que tenia mi falda arrancando mi tanga, rodeando mi sexo uno de sus dedos— Aaron por favor aquí no, vamos a nuestro dormitorio — le dije— Callate, nadie nos va
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