Un despiadado Aaron, intensificó sus viriles embestidas, saciandome de placer, colmandome de mi esposo, haciendo que me derritiera entre sus brazos, mientras en mi interior mi corazón latía cada vez con mas y mas fuerza, apretando el miembro de mi marido con mis músculos interiores, cuando sentí aquel magnífico orgasmo. Con sus manos, me cogió mis nalgas apretandolas con cierta desesperación a medida que sentía la urgencia, llevándome Aaron hasta lo más alto de aquel gozo, gimiendo al sentir que de un momento a otro iba a explotar. Cada vez más y más fuerte, sentía que Aaron encontraba difícil pausarse, ya que estaba borracho de excitación. Aaron cerraba de vez en cuando sus ojos, resoplando y descansando su cabeza en el hueco de mi hombro, donde había veces que me mordía, extasiado ya por el inmenso placer que obtenía de mi cuerpo. Yo empecé a mover mis caderas al ritmo de las embestidas de mi marido, haciendo que el llegara hasta el final, conduciendo mientras nos conducimos los dos
Después de coger mi taza de café, me levanté de la silla, sentandonos mi marido y yo en el sofá, cogiendo mi mano Aaron, sin dejar de mirarme.— Esta bien Aaron dime ¿que hubo entre tu y esa mujer? — pregunté, apartando mi mano de la de mi marido— Ella y yo nos veíamos de vez en cuando en un hotel que había cerca de mi empresa, le pedía a mi mejor amigo que me reservara una de las mejores habitaciones que habían y después de hacerlo, él mismo se lo decía a Raquel, donde quedamos ella y yo. Nos acostamos los dos cuando yo queria ya que sabía que ella siempre estaba dispuesta para mi y yo no tenía que ir a ningún club para buscar una mujer para una sola noche, Un dia despues de que tu y yo aclaramos lo de nuestra boda, quede con ella en el mismo hotel para decirle que me iba a casar y que lo nuestro se había acabado, ya que aunque se que le he mentido a muchas personas para conseguir lo que yo quería, tu para mi desde el principio de vivir juntos, fuistes algo muy especial para mi y no
Pasaron cinco semanas desde el primer viaje que tuvo que hacer Aaron, viéndonos solamente unos días cuando podía escaparse y venía a vernos a mi y a nuestro bebe, ya que las reuniones que tenia en la ciudad donde tenia que viajar era cada vez mas y mas largas, teniendo que viajar de vez en cuando Clay y Kristy con ellos. Yo en mi casa tenía de vez en cuando la visita de mi amigo Jimy, para que no estuviera tanto tiempo a solas con mi hijo y con Elisa. Aunque extrañaba mucho a mi esposo, esos días que mi amigo venía a mi casa, se podría decir que veía el cielo abierto. Una mañana al despertarme, tuve que levantarme enseguida de la cama e ir corriendo al cuarto de baño, ya que tenía unas fuertes náuseas, haciéndome pensar en que lo que me pasaba era de comer muy poco, porque echaba de menos a Aaron y los días eran muy largos y aburridos.Como estaba muy rara y con muchas nauseas, un dia que mi amigo Jimy vino a mi casa, me trajo varios test de embarazos, ya que el me conocía muy bien y s
Un dia que estaba mi esposo en su despacho de nuestra casa después de estar varios días de viaje fuera de nuestra casa por trabajo, abrí la puerta despacio, quedando mirando como trabajaba, estaba muy enamorada de mi esposo, así que me quede completamente embelesada mirando como trabajaba, No era aquello lujuria, si no la calidez de un afecto más profundo que hizo que se me acelera mi corazón. Exhale una sonrisa, acercandome despacio a Aaron. Sin pensarlo dos veces, rodee la mesa de su despacho, poniéndome de pie enfrente de Aaron, empuje su sillón de ruedas apartandolo de su ordenador, mirándome él un poco descolocado y más se sorprendió cuando me senté en sus piernas abrazándolo, dándole un suave beso en sus labios. Aaron me correspondió en ese momento a mi abrazo y a mi beso, aun teniendo en su rostro algo de sorpresa por lo que yo acababa de hacer. Se notaba que Aaron estaba tan encantado como conmovido por el afecto que le acababa de dar a mi esposo. Yo le sonríe mientras los dos
La llamada que recibió mi marido esa noche, no podía significar otra cosa, que tenía que volver a salir de viaje otra vez y eso significaba para mí que iba a pasar otra vez algun tiempo sola tal y como Clay le estaba hablando a Aaron— La reunión es mañana Aaron, pero nos vamos a trasladar los de siempre, Raquel, mi hija, tu y yo, aunque seguramente tendre que decirselo a mi yerno, ya que estas reuniones van a ser muy importantes para nuestra empresa y necesitamos ir con cautela, pero con gente que nos ayude con estos clientes, mínimo supongo que esta vez estaremos fuera de nuestras casa al menos dos semanas, hasta que tengamos claro lo que necesitan, esto es muy grande Aaron y te necesito – le comento Clay, sintiéndome mal ya que mi marido puso el manos libres de su móvil, lo cual me dio la oportunidad de saber de qué hablaba ClayMe quedé mirando a mi esposo, rodeandome él mi cintura cuando terminó de hablar por teléfono con Clay, dándome pequeños besos en mis labios, pues sabía que
Hacer el amor con Aaron, era como si estuviéramos descubriendo las esquinas de nuestros cuerpos por primera vez, ya que nunca era lo mismo con mi marido. Y ahora que se volvía a marchar otra vez de viaje, me quedé por un momento tumbada al lado de mi marido con mi cabeza en su pecho muy seria, ya que sabía que Raquel, aquella mujer que conocí en aquel evento, también se iría en el mismo viaje con él, y eso me preocupaba demasiado, dándose cuenta enseguida de que algo me sucedía mi esposo.— ¿Qué te pasa Rebeca? — me pregunto susurrando— Nada no te preocupes — respondí a su pregunta— Bueno si no me lo quieres decir, dejaré volar mi imaginación y lo achacare a que estas pensando que vuelves a quedarte sola con Junior en casa ¿es eso lo qué te pasa? — me dijo haciendo que le sonriera— Es que últimamente casi no estás en casa, tu hijo no te ve y ahora vuelves a marcharte, lo siento Aaron pero es que – me quede por un momento callada, cabreada conmigo misma por los pensamientos que tení
Casi todos los días hablaba con Aaron, me llamaba por teléfono cuando tenía un tiempo libre, aunque solo eran unos minutos, pues siempre tenía algo que hacer, pero deseando los dos en que llegara el fin de semana para volver a vernos, pero no llegó .Faltaba tan solo un dia para que yo volara con mi hijo hacia la ciudad donde estaba Aaron, pero aunque ya tenía el billete del avión y el equipaje hecho, me llamó el día anterior a mi vuelo Clay quitándome la ilusión de volver a ver a mi esposo, ya que según me dijo él, tenían mucho trabajo y no nos ibamos a poder ver Aaron y yo, asi que cuando acabamos de hablar, me quedé donde estaba cuando recibí la llamada, sentada en el sofa del salon con la cabeza apoyada en el respaldo, mirando a la nada. Una vez que ya me canse de estar sentada mirando al vacío, me levanté del sofá y me asomé a una de las ventanas de mi casa pensando en mi esposo y en Raquel, mientras estaba viendo como fuera llovía torrencialmente, viendo lo gris que estaba el cie
Cerca del mediodía de ese mismo dia, yo me encontraba con Elisa en la cocina ayudando a hacer la comida para nosotras dos, cuando de pronto empezamos a escuchar la melodía de un móvil, me acerque hasta el salón donde estaba mi teléfono y al cogerlo de encima de la mesa, me pude dar cuenta de que era Aaron el que me llamaba. Aunque dejé que sonara varias veces, al final como necesitaba una explicación de Aaron, me decidí en contestar la llamada— ¿Rebecca caiño? — pregunto Aaron— Dime, ¿qué quieres Aaron? — pregunte muy enfadada— Esa foto tiene una explicación, por favor cariño, escúchame antes de colgar la llamada — me dijo él— Bien, dejare que te expliques, pero si no me das una buena explicación, cuando vuelvas a casa, nuestro hijo y yo ya no estaremos aquí — le grité, sentandome en el sofá, esperando a su explicación—- Rebeca mi amor, Raquel me ha estado acosando sin cesar, dándose cuenta Clay, el cual me dijo que si trataba de inmiscuirse en nuestras vida la despediría, y eso f