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72 chapters
Mi bella flor
Por AlejoLa miro y estoy perdido, relámpagos de electricidad viajan por mi cuerpo.La deseo y eso va a ser siempre así, lo sé porque no me sacío nunca.La subo a mis piernas y su centro quedó apoyado sobre mi miembro, yo tenía dentro mío un volcán en erupción.Nos desnudamos en dos segundos y de nuevo me prendí a su pecho, goloso, desesperado, hambriento.Soy su dueño, porque ella también es mi dueña y yo me siento dueño de la luna y del sol, del aire, del viento y del mundo, solo por poseerla.No pasó mucho tiempo cuándo manoteó un preservativo, necesitaba estar dentro de ella.Florencia temblaba con mis embistes y se revolcaba de placer al sentir mi boca en su cuerpo.Los gemidos eran la música de nuestra habitación.-Te amo.Le digo con voz ronca y plagada de deseo.-Te amo.Repite mientras su boca hambrienta, recorre mi cuello hasta encontrarse con mi boca.Dios…se me erizó la piel cuándo sentí su lengua jugando con la mía.Le doy pequeños chirlos en su cola y luego, sin aguanta
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El papurri te convenció
Por Florencia No pude evitar ir a la playa, su familia tiene una casa en Punta del Este, en realidad a unas playas de allí, pero el lugar hasta es más exclusivo aún. El primer día estaba tapada con una especie de salida de baño, tipo kimono, de verdad tenía mucho pudor. Cuándo llegaron Walter y Karla, que no se separan por nada del mundo, ella me hizo una seña para que me saque el kimono. Antes de que insista, porque conozco a mi amiga, lo hace porque dice que tengo que lucir lo que tengo y sentirme hermosa, porque según ella, lo soy, me saqué el kimono lentamente y con mucho pudor. También estaba mi cuñada y su marido. Alejo me dice al oído, aunque creo que lo escucharon todos. -Si quisiste crear expectativa para calentarme, lo lograste. -¡Alejo! Le digo avergonzada. Su mirada recorre mi cuerpo y con poco disimulo, se acomodó su entrepierna. Yo era un tomate, muy maduro. Walter lo escuchó o lo vió, no sé, porque se reía a carcajadas. Por suerte las niñas estaban en su mu
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