Por AlejoEsperé que ella abriera la ducha, conté unos segundos y me desnudé, con cuidado de no hacer ruido, me metí al baño, la vi a través de la mampara, su cuerpo es el mismo paraíso y ella no quiere darse por enterada.Nuestro destino tiene que estar unido, lo afirmo cada vez que la miro.Flor giró porque escuchó la puerta, no fui tan silencioso, sin darle oportunidad a que saliera, me metí en la ducha, ella cruzó los brazos sobre sus pechos, pero yo ya no tenía paciencia.-Antes de vos no hay antes, no existen mujeres que merezcan la pena, tus caricias me encienden, tenés luz propia y eso ilumina mi alma, te entregás por amor y yo también me entrego a vos por amor, ni las estrellas te hacen sombra, sos mi rubia hermosa, un diamante perfecto y mi vida entera.Le tomé los brazos y con una mano se los sostenía en su espalda, mientras que me agaché para devorarle el pecho, Florencia temblaba, sé lo que le provocan mis caricias y mis besos, más allá de su inseguridad y su pudor.-Sos
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