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Todos los capítulos de El secreto de mi madre: Capítulo 21 - Capítulo 30
66 chapters
Lo deseo
Por EvangelinaLavé los platos y acomodé la cocina, luego serví dos cafés.Estaba nerviosa, tal vez esperando que Edgardo me dijera que se quería quedar a dormir y por supuesto estaba intranquila, es que la fea sensación al escuchar a esas dos mujeres, no me la pude sacar del todo.Llamé por teléfono a Candela, para saber cómo estaba y para desearle buenas noches.Edgardo no se había vuelto a acercar y por supuesto, yo no le iba a dar ninguna señal, pero cuándo le dije buenas noches a mi hija, él se acercó al micrófono de mi celular y también le dijo buenas noches, luego no se alejó.No quise ni mirarlo, porque sentía que mis labios iban a buscar los suyos, y en realidad quiero que se acerque él, quiero que me confirme segundo a segundo, que soy la dueña de su amor y de su deseo.No sé qué me está pasando, pero está noche no puedo resistir la tentación de estar con él y tal vez de pedirle que se quede siempre conmigo.Lo que teníamos era amor verdadero, era algo fuerte y aunque me pid
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De nuevo juntos
Por EvangelinaSe quedó a dormir en la quinta, al final terminé el día mejor de lo que esperaba, sintiendo su calor y su respiración al dormir.Yo me dormí bastante más tarde que él, la verdad que había tenido un día pesado y estaba disfrutando, por la noche, el tenerlo cerca, el sentirlo en mi cama y no solo para hacer el amor.Decidí darle una oportunidad, pero por ahora no se lo dije, es que nunca esperé su traición, conmigo tenía un amor desmedido pero eso no lo detuvo para tener las huellas de otro amor en su piel, otro perfume cubriendo sus sentidos.Pienso cómo será esa mujer.Muero de celos y dolor.Sin embargo necesito sentirlo cerca, quiero pensar que de verdad fue una equivocación y que las huellas de ese amor prohibido se borraron, que las borró una lluvia suave, porque no fueron importantes.Es que realmente no entiendo el amor sin Edgardo, quise hacer de cuenta que podía seguir adelante sin él, pero no lo logré, fue mucho lo que vivimos, realmente el sol nos acariciaba c
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La otra
Por EvangelinaBajé del ascensor y empujé otra puerta de vidrio, en donde también miré mi imagen reflejada.Respiré más tranquila, luego doblé por el pasillo hacía el hall central, llegué a una oficina en donde había tres escritorios.Las chicas que trabajaban allí, eran las que trabajaban siempre, las conozco de vista, las observé por unos segundos.-Buenas tardes.Les dije con una sonrisa.-Buenas tardes.Me contestaron.No me preguntaron quién soy, ya lo sabían.Sin dar una explicación, empujé la última puerta de vidrio, allí había dos escritorios con dos mujeres más jóvenes.Son las secretarias de los jefes, uno de sus jefes era mi marido, suelen estar tapadas de trabajo y siempre atentas a lo que necesiten Edgardo y el director general.Laura, una de ella, cuándo me vio, se sobresaltó, o al menos eso me pareció a mí.Yo la miré con desconfianza.Ella sonrió y me parece que lo hizo por compromiso.Debo estar loca, si mal no recuerdo, ella está casada y…eso no tiene nada que ver, m
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Odio a Irene
Por EdgardoNo puedo más, nunca odié a alguien, pero realmente a Irene la odio y me odio a mí, no sé qué pasó por mi cabeza cuando decidí tener sexo con ella, fue la peor desición de mi vida, por todo lo que esa desición trajo a continuación.Realmente soy un infeliz, así me llamó ella en alguna de las discusiones que tuvimos, y tiene razón, lo soy, perdí la felicidad que me acompañaba desde que Evi aceptó ser mi esposa.Es verdad que siempre creí que ella solo se conformó conmigo, porque fui su tabla de salvación, pero de todos modos siempre la tuve en mis brazos y se entregaba con verdadera pasión, haciéndome sentir poderoso cuando ella gozaba conmigo y también me sentía especial por ser su marido, por tenerla en mi cama cada noche, hasta que surgieron esos malditos eventos y vi como cientos de hombres se perdían mirándola y hasta muchos le coqueteaban y ella les sonreía.Entiendo que no podía ser antipática, pero comencé a sentirme más inseguro que de costumbre, no porque fuera a p
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Suicidio
Por EdgardoNo entiendo porqué me comporté así con ella, si siempre me morí de deseo por su cuerpo y por su piel, si gocé con ella hasta el delirio e Irene no me provocaba nada. Jamás estuve confundido sobre mis sentimientos.-Lo sos, sos la mujer más hermosa del mundo y por la que siento y siempre sentí que viajaba hasta el cielo cuándo estamos juntos.-No entiendo qué sucedió con nosotros, pero me cambiaste por esa mujer y no le encuentro una explicación lógica, no sé si nos envolvió la monotonía, no sé qué hice mal, pero no puedo más.-Vivo por vos, amor, perdoname.-Es evidente que no vivís por mí.-Te lo juro, sin vos no puedo sobrevivir.-Lo hiciste y hasta me cambiaste por esa mujer y no sé cuánto, pero debes haber gozado con ella, porque no lo hiciste solo una vez.-Te juro que no sé porqué lo hice, pero no estaba bien con ella.-Me tenías completamente, pero elegiste tenerla a ella, la deseaste, cambiaste hasta nuestras mañanas por estar unas horas con ella.-No es así.Me
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Tormenta
Por EvangelinaAhora siento que estoy transitando una feroz tormenta. -No podés manejar, mejor te acompaño y arreglo con el chofer que me pase a buscar después.-¿Vos podés manejar?-Yo quiero ser ese hombre que controla las situaciones, ese que te enamoró, ese que siempre va a estar para vos, perdoname por pensar en eso…nada de lo que viví este último tiempo, vale la pena, hasta esa idea que me dio ella, habla de cuánto me equivoqué, te juro que quiero ser el hombre que siempre fui para vos, quiero merecerte.-Edgardo, yo también respiraba por vos, vivía por vos y estar en tus brazos era estar en el cielo, te juro que deseo con toda mi alma, olvidar todo esto, aunque después de hoy es más difícil que ayer.-Lo entiendo, te voy a cuidar día a día, te amo con mi alma y de verdad mi vida te pertenece.-Si de verdad es mía, no hagas tonterías, ni siquiera las pienses, porque eso no te lo perdonaría jamás.Evangelina es maravillosa y aunque se esté muriendo de dolor, trató de contenerme
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Candela hace las paces con Edgardo
Por EvangelinaNos acercamos juntos a la puerta del colegio, se nos acercó Ingrid, que no tenía la menor idea de todo lo que viví esa tarde.-Hola gente.Dice con una inmensa sonrisa, debe pensar que estamos a un pasito de arreglar todas nuestras diferencias.Nos saludamos con un beso y en el oído le digo que después la llamo.Solemos hablar por las noches, por eso no le debe haber llamado la atención mis palabras.Charlamos unos minutos hasta que salieron nuestros niños.Leandro se alegró al vernos juntos, Edgardo lo abrazó fuerte hasta que nuestro niño se desprendió de sus brazos para contarle a Alejandro, su nuevo amiguito, que estábamos los dos.Esperamos 10 minutos hasta que saliera Candela.Nos saludó menos efusivamente que su hermano, pero nos brindó una cálida sonrisa.Edgardo me pidió quedarse a dormir en la quinta, me dijo que al día siguiente el chofer de la empresa pasaría a buscarlo por allí.Hablé claro con él, estábamos al borde de la separación y no quería confundir a
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Casi perfecto
Por EvangelinaYa sé que es casi perfecto, me enamoró día a día, es un amante apasionado, que me hace vibrar llevándome hasta la locura, me hace sentir mujer, siempre me sentí segura y protegida en sus brazos, salvo que como hombre, tropezó…Me cambió por otra y eso me lleva al abismo de tanto dolor que siento.Tenemos que poner distancia entre nosotros y él no está de acuerdo.No fue suficiente ni mi cuerpo ni mi amor.-Gracias por permitirme estar con vos.Dijo mientras se levantaba, pegando la vuelta a la cama y tomándome del brazo para abrazarme.Tanta intimidad no era conveniente y lo sabíamos los dos.-Evi…Me dice al oído.Quiero dejar todo así, pero él no me suelta y yo lo estoy sintiendo.Sus manos bajan desde mi cintura agarrando mi cola.-No, por favor, dejémoslo así.-No puedo Evi, sos mi luz.-Necesitamos tiempo.-No lo necesito.-Yo sí.Pero la realidad es que lo extraño tanto que se seca mi boca, se apagan mis ojos y muero lentamente sin él.Se sentó en la cama, sin sol
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La quinta
Por SergioLlegó el domingo, teníamos que estar en la quinta a las 11 de la mañana, por lo que teníamos tiempo de desayunar en casa.-¿Llevamos traje de baño?Pregunta mi pequeña.-No lo sé, el día es caluroso, pero ya se terminó el verano y no sé si la piscina está climatizada.Le contesta Jimena.-Podemos llevarlas, porque no ocupan demasiado lugar, pero no creo que las usemos, aparte supongo que es peligroso, porque tendríamos que estar mucho más pendiente de las criaturas, no hablaron de contratar a salvavidas o profesores de gimnasia para que entretengan a los niños.-A lo mejor tienen algo pensado, o hay hermanos mayores que pueden ayudar a vigilar a los más chiquitos.-Es verdad, incluso Evangelina, la dueña de la quinta, tiene una hija de 13 años, pero es mucha responsabilidad porque no deja de ser una criatura.Me concentré en no sonreír al recordar a la pequeña maquiavélica.-Puede ser, pero si tiene un hermano de la edad de Alejandro, debe estar acostumbrada a tratar con ni
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Es ella
Por Sergio -Hola chicas ¿Llegamos tarde?¿En qué las puedo ayudar? Se acerca mi esposa y las saluda. -No, estás perfecta con el horario, no llegaron ni la mitad de los padres. Les comenta Ingrid. Alejandro ya estaba jugando con algunos de sus compañeritos, me alegra lo bien que se adaptó a ellos. Lola me había pedido que la tomara en mis brazos, por lo que la tenía a upa, es bastante tímida a veces, sobre todo cuándo no conoce el lugar o a las personas. Edgardo guardó el hielo en un freezer de cajón y se acercó a nuestro grupo, quedando cerca de Evangelina, pero mirando todo el grupo, ya que estábamos casi en ronda, fue cuándo Evangelina e Ingrid giraron a la vez, para saludar a mi esposa. -Chicas, les presento a Sergio, mi marido Por fin voy a conocer a Evangelina, pensé. Lo que siguió a continuación, fue un silencio absoluto, que nadie pudo disimular. Evangelina abrió y cerró la boca varias veces, no le salían las palabras. Ingrid me miraba tan asombrada como su amiga y
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