Pilar se guinda de mi cuello y sus piernas rodearon mi cintura, sentí mi espalda crujir. Me deja muchos besos en las mejillas.—Hey, te extrañé. Cariño, ni siquiera respondiste mis mensajes. Tía Sara me dijo que estabas donde el Daddy Lombardy — se relame los labios. Ruedo los ojos por su gesto. Dice que mi abuelo sería un gran sugar daddy, tiene dinero poder y se conserva muy bien…Pues, eso no lo voy a negar.—Sabes que me gusta compartir todo el tiempo que puedo con él— respondo mientras caminamos al salón.—Sí, amiga. Lo sé, pero marica te necesitaba. A que no sabes quién casi…, casi me beso en los labios — chilla y empieza a dar brinquitos.—¿A ver, dime? De tantos no creo que la pegue, Pilar — me codea y me saca la lengua —, ¡Arón, el papi de nuestro primo!—Dios Pilar, no te hagas ilusiones. Apuesto que tú giraste la cara— muerde su labio inferior —, buehh, sí. Pero amiga, igual lo hizo. —Pilar, Pilar..., Deja ese capricho con Arón. Si el amargado de tu padre se entera. Mata
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