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Todos los capítulos de La esposa rebelde del CEO: Capítulo 41 - Capítulo 50
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Capítulo 41: Comprendernos
El miedo me invade, pero, no hablo, no quiero complicarlo todo, porque realmente su mirada es severa, esa que mi padre no es capaz de mostrarme porque sabe que lloraría y terminaría con lo que quiero y él sintiéndose mal.— Te he investigado, cuando me interesaste teniendo apenas quince años, te investigue completamente, porque quería saber porque una niñita que apenas ha dejado el biberón me gustaba tanto.— Oye, dejé los biberones a los tres años, respétame. — digo indignada.— El punto es… — Que descubriste que te gusto demasiado porque soy malcriada.— No, Day. Haberte investigado me hizo darme cuenta de que debo ser firme contigo, sobre todo, si pasan cosas como estas. — dice Ryan y yo lo miró fijamente.— Entonces, ¿Qué piensas hacerme? Me he fugado de tu cárcel, así que, &ique
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Capítulo 42: Tener guardias
Me sentí mal y también, lo admiré. Porque otra persona habría enloquecido, si estuviera en su lugar, si mi padre hubiese desaparecido en mis narices, yo habría gritado y molestado hasta que me calmará, pero, él juega conmigo y sale con tonterías, para después ponerse serio.— Está bien, te prometeré que no me fugaré, pero, debes dejar de decidir por mí. Debes prometerme eso, Ryan. Porque si me presionas, me saldré de tus manos. Entiendo que quieras tenerme en tu mira porque soy demasiado importante para mí. — No, Day. No es solo eso, esposa. Eres importante para mí, pero, el miedo que siento cuando no sé dónde estás, es porque una vez descuidé a alguien y la próxima vez que lo vi, estaba en un cajón. — dice Ryan y yo me quedo en silencio.Se ve el dolor en Ryan, por lo que, me quedo en silenci
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Capítulo 43: Una lección
Al día siguientePor fortuna, pude descansar sin algún inconveniente, aunque no estaba del todo contenta con tener vigilantes, solo porque Ryan no quiso alejar sus perros guardianes de la puerta de mi habitación.Afortunadamente, no hubo novedades, porque Ryan no intentó pasarse de listo conmigo con nuevas decisiones absurdas, ni tampoco intentó entrar a mi habitación a hacer tonterías. Pero, no sé si siempre será así.— Esposa, levántate, es un nuevo día. — dice Ryan tocando la puerta y yo respiro profundo.Aunque pude dormir bien, me siento demasiado agotada y parece que Ryan es un hombre que no me va a facilitar las cosas, porque apenas son las nueve de la mañana y ya está molestando.— Déjame descansar, por favor. — le digo sin levantarme de la cama.— Debes desayunar. Además, vamos a recorrer tu amada indones
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Capítulo 44: Ascensor
Lo observo, realmente deseo ver en su mirada algún indicio de broma, pero, no es así. Ryan me ha confesado un crimen y sonríe como si eso le produjera placer. Lo cual, me hace retroceder con temor.— ¿Qué me harás si me porto mal? ¿Si me marcho de nuevo, me arrancarás las piernas?— No, nunca me atrevería a hacerte algo así, Day. Podría castigarte con orgasmos o tentarte y que no te de lo que deseas, pero, nunca lastimarte así, prefiero cortarme las manos que hacerte eso. — dice Ryan con firmeza.Ryan, no titubea. Lo que dice, lo menciona con tanta seguridad que me hace tragar duro, porque no se ve como alguien posesivo, si no, como si yo fuera más importante que él en su vida. — No quiero que seas cruel.— Quise cortarle las manos por tocarte, Day. Quise hacerlo porque te ofendió, pero, soy consciente que si lo hac&iac
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Capítulo 45: Encerrados y sin luz
Ryan se ve calmado, mientras yo abrazo mis piernas a mi pecho, sintiéndome así menos expuesta. Aunque al momento de caer el ascensor, esta posición no me salvará de morir. Después de todo, estoy en un piso demasiado alto.— ¿Sabes? A mí me gustan mucho las alturas. Cualquier deporte extremo, es de mi agrado.— ¿Estás loco? Puedes morir haciendo algo así.— A mi edad como me dices tú, podría morir incluso de respirar en este lugar.— Tienes razón, pero, por favor, no te mueras ahora. Todo empeoraría para mí si mueres aquí. — digo con miedo.— Estaba bromeando. Day, no soy un anciano para que me trates como uno.— Me llevas de diferencia doce años. — Doce, no treinta.— ¡¿Querías llevarme treinta años de diferencia? Porque treinta tienes y est
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Capítulo 46: Sin energía
Mi cuerpo se tensiona por las ganas de ir al baño y Ryan se preocupa más porque he empezado a llorar. Aunque sé que debo calmarme, no es cómodo estar en un espacio reducido sin luz y sin posibilidad de salir.‘Menos mal no soy claustrofóbica o estaría en graves problemas.’ Me digo mentalmente.Con preocupación, me balanceo, recordándome que debo controlar mis nervios o terminaré en problemas, porque si no me calmo voy a vomitar o algo peor.— Pronto nos van a sacar. Si no lo hacen, romperé las puertas a patadas, no me importa. Así que, dame unos minutos, por favor. — dice Ryan y yo intento darle lo que me está pidiendo, pero, tengo muchos nervios para poder quedarme tranquila. — Quiero irme. Necesito irme. — digo con miedo.Ryan enloquece y patea la puerta, hasta que se abre un poco la puerta, mostrando un rayo de luz que me tranquili
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Capítulo 47: Bajar escalones conmigo
Me quedo en silencio, no quiero decir algo al respecto, porque podríamos comenzar una conversación de la que no tengo energía. Por eso, me aferro a Ryan quien comienza a bajar los escalones, sin pedirme que me baje o algo parecido.— ¿Cómo puedes estar tan tranquilo cuando pasamos por algo así? — pregunto aturdida.— He pasado por cosas peores. Así que, sé cómo controlar mis emociones.— No comprendo…— La edad me ha dado una experiencia que tú no tienes. No fui criado con amor, ni mucho menos, con riquezas. Por lo que, tuve que enfrentarme a muchas situaciones, que me ayudaron a ser una persona serena incluso en medio de la adversidad.Ryan no dice algo más, aunque todo lo que ha dicho me hace querer saber más. Después de todo, ¿Qué ha tenido que pasar él para estar así? ¿Acaso Ryan fue violentado? Si fue así, ¿Quién lo hizo exactamente?— No quiero pasar por esas experiencias.— Te enseñaré como ser fuerte sin que tengas que pasar por momentos duros, Day. Porq
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Capítulo 48: Ocultar información
De inmediato, intento bajarme, pero, Ryan nota lo que quiero hacer y por ello, se aferra más a mi cuerpo, dejándome sin la posibilidad de bajarme de sus brazos y huir.— Suéltame, por favor. — se lo pido y Ryan me sonríe.— ¿Ya tus piernas responden? — pregunta Ryan y yo lo observo, para después asentir.— Me has ayudado a calmarme. Tu conversación mientras bajabas los escalones, calmaron todo eso que estaba en mi mente dañándome. Por eso, puedo ahora caminar, ¿puedes bajarme, por favor?— Puedo hacerlo, pero, no quiero. Deseo mucho que solo estemos así, pegados y a solas. — dice Ryan y yo trago duro.— Eres alguien intimidante.— Quizás me veas así porque yo no dudo, no sé cómo demostrarte cuan determinado estoy en que me ames y que sepas que serás correspondida. Pero, si puedo mostrarte q
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Capítulo 49: Estar en problemas
Ryan me observa fijamente, pero, no me dice algo, me libero de su agarre y él me suelta. Por lo que, con su actitud, solo me confirma lo que pienso, él me está ocultando información. Pero, no digo algo, si no que me marcho hacia los hombres que parecen estar preparados para marcharnos. Camino hacia ellos y con mirada firme, les doy la orden, aunque sé que Ryan me sigue.— Tráiganme un teléfono. — digo con voz fría.Los hombres saludan al hombre a mis espaldas y se centran en mí como si estuvieran pidiéndome que les repita lo que les he dicho, porque no lograron comprenderme.— Consíganme un teléfono — digo con seriedad.— Ellos no van a entenderte, no hablan nuestro idioma.— Entonces, se mi traductor y diles lo que quiero.— Puedes usar mi teléfono. — dice Ryan y yo me aparto de su cercanía.&
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Capítulo 50: Tomar medidas
Grito tan alto como puedo, deseando que alguien me ayude, pero, nadie lo hace. Ryan sube las escaleras y yo intento aferrarme de algo, pero, no me es posible. Con enojo, golpeo su pecho y lo maldigo, pero, eso no parece importarle. Por lo que, pasamos la puerta del avión y es a esta a la que me aferro como si mi vida dependiera de ello y en ese sentido, depende, porque él mismo lo dijo: no tiene problemas en convertirse en el ogro.— Realmente pareces italiana, Day. ¿Estas segura que no eres italiana? — pregunta Ryan intentando soltarme de la puerta del avión.Pero, no se lo permito. Ya no grito, porque necesito energía para poder aferrarme a la puerta. Ryan no deja de cargarme, pero, grita, causando que varios hombres intenten alejarme de la puerta, pero, yo no se lo permito.Por eso, Ryan termina bajándome al suelo, para intentar alejarme de la puerta, pero, lo que logra es que mis piernas se aferren t
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