Grito tan alto como puedo, deseando que alguien me ayude, pero, nadie lo hace. Ryan sube las escaleras y yo intento aferrarme de algo, pero, no me es posible. Con enojo, golpeo su pecho y lo maldigo, pero, eso no parece importarle.
Por lo que, pasamos la puerta del avión y es a esta a la que me aferro como si mi vida dependiera de ello y en ese sentido, depende, porque él mismo lo dijo: no tiene problemas en convertirse en el ogro.— Realmente pareces italiana, Day. ¿Estas segura que no eres italiana? — pregunta Ryan intentando soltarme de la puerta del avión.Pero, no se lo permito. Ya no grito, porque necesito energía para poder aferrarme a la puerta. Ryan no deja de cargarme, pero, grita, causando que varios hombres intenten alejarme de la puerta, pero, yo no se lo permito.Por eso, Ryan termina bajándome al suelo, para intentar alejarme de la puerta, pero, lo que logra es que mis piernas se aferren tEl tiempo pasa y Ryan no me libera e incluso, cuando ya hemos aterrizado, me mira fijamente, como si fuera su reto más grande y se queda acariciando su mentón, sin importarle mi mirada asesina.— Realmente estoy pensando cómo llevarte de regreso. Aunque me resulte agradable verte tan energética, dudo que mi pobre espalda pueda soportar siempre ese tipo de trato. — dice Ryan y yo quiero gritarlo o maldecirlo.‘Realmente quiero causarte mucho dolor por tratarme como un animal o una loca.’ Me digo mentalmente.— Te hablaré con sinceridad, he triplicado la seguridad, para que nada de eso vuelva a suceder, Day. Así que, no necesitas preocuparte por cosas como las que ya no van a volver a suceder. — dice Ryan y yo lo observo fijamente.Ni siquiera me esfuerzo en decirle que no le creo, porque lo que menos deseo es gastar energía en alguien que ha empezado a demostrar cómo me va
Grito deseando que alguien me ayude, pero, aunque en la pista hay más hombres, nadie intenta ayudarme, lo que me lleva a una clara conclusión que son esos hombres que hacen parte de la seguridad que Ryan ha triplicado.— Parece rusa, señor. — dice uno de los tres hombres que nos esperan al final de las escaleras del avión.— Eso pensé, rusa mezclada con latina, no hay manera de que sea moldeable esta mujer.— ¡Tu trasero será el moldeable, no yo, desgraciado! — grito con enojo.— Sin duda, se llevaría muy bien con la señorita Volkova.— Dios me libre de eso. Se juntan ellas y el mundo dejaría de existir para no tener que ver esa mezcla. — responde Ryan.— ¡Suéltame, ogro desgraciado! — grito con enojo.Aunque espero hacerlo enojar o que se aburra de mí, lo que pasa es que él se divierta con sus
Aunque Ryan se quejó por conducir, lo hizo sin algún problema, por lo que, llegando a uno de los hoteles de lujo que conozco a la perfección, el auto se detiene y él me observa fijamente por varios segundos.— Como veo las cosas, podemos hacer las cosas a mi manera o a la de ambos. Así que, dime si quieres que te lleve con una camisa de fuerza o si quieres hacerlo por tu cuenta.— Dime tú como quieres verte al mundo, Ryan. Porque por mucho que controles lo que tu gente hace o deja de hacer en sus redes sociales, aquí las cosas cambian. Quien viene a este hotel es porque tiene dinero y poder.>> Por lo que, aunque los amenaces con dejarlo sin empleo, no tendrás su silencio. Entonces dime, ¿Cómo quieres verte, Ryan? ¿Quieres ser el malnacido que trata así a su esposa o quieres seguir engañando a los demás?— No estoy engañando a nad
Desde mi lugar, disfruto todo el espectáculo, donde no se sabe quién habla y quien responde porque se escuchan muchas voces a la vez, pero, me importa poco el dialogo si la acción es tan buena.— Qué horror que en un hotel tan importante y cinco estrellas se vean cosas como estas. — dice uno de los huéspedes que pasan detrás de mí.— Sí, está dañando todo esto la imagen del hotel. — responde otro, mientras el encargado del hotel corre hacia la fuente del caos.— ¿Se puede saber que sucede aquí? — pregunta el señor Bernard.De inmediato, continuo con mi caminata, porque lo que menos deseo es que me vea y le diga algo a mi padre. Ya que, ellos son muy buenos amigos.Todos comienzan a hablar y finalmente Ryan es quien grita como si eso resolviera el problema que causó golpes y gritos de parte de todos.— Un momento, si
Pierre parece sufrir para tomar una decisión, pero, finalmente, asiente, causando que sienta mucho alivio. Yo he salido con Pierre y él es uno de los que me consiente estando en Paris, por lo que, no necesito usar dinero o vehículo de Ryan que le ayude a encontrarme‘En Indonesia, él estaba jugando conmigo, porque conocía el lugar y tenía todo listo para mis posibles escapes, pero, ahora la que se conoce el lugar y tiene todo a su disposición soy yo. No puedo permitir que me gane.’ Me digo mentalmente.— Te ayudaré. Pero, lo mejor es que te cambies de ropa. seguramente están atentos a cualquier mujer con tu vestimenta. Así que, debes usar una ropa que no usarías. Solo así no te van a reconocer. — dice Pierre y yo lo observo con malestar.— Pero…— Es lo único que se me ocurre, si quieres que usemos las escaleras eléctricas s
Pierre enciende su auto, el rugido de este silencia la voz que sale del radio, por lo que, el hombre debe apartarse para poder escuchar bien. Pierre avanza y yo siento que estoy por romper el cuero del auto, por la fuerza con la que presiono mis uñas en el asiento.— Estamos bien, tranquila. — dice Pierre.Pero, ni siquiera cuando salgo del edificio, me siento a salvo, Ryan no es alguien que se puede subestimar, por eso, me quedo en silencio revisando los espejos retrovisores, para confirmar que todo está bien.Mi corazón, lentamente vuelve a sus latidos regulares y yo suspiro aliviada quitándome la gorra que me resultaba muy molesta, como toda la ropa que llevo puesta.— ¿Qué pasa con la Day que podía con todos? — pregunta Pierre en tono burlón.— Ryan Volkova no es un hombre que no se puede subestimar. — susurro y de inmediato, el auto de Pierre se detiene abruptame
Justo cuando creí que lo peor había sido ser tratada como una enferma mental, o tener que actuar como una ladrona que debe salir de un lugar escondiéndose, o que mi aliado fuera un admirador molesto de mi ahora esposo, llega esto.Cuando creo que ya he salido de una molestia, la vida se burla de mí y me demuestra que puede ser más desgraciada. Porque solo esa palabra puede resumir como me siento: desgraciada.— ¿Qué haces aquí? — pregunto retrocediendo.— ¿Dónde crees que debería estar?— En el h…— Hotel, como tú, ¿no es así?— ¿Acaso me has instalado un chip de rastreo para saber dónde estoy siempre? — pregunto con molestia.— Te tuve en la mira durante varios años, Day. No creas que cuando te defendí de ese idiota en la discoteca fue coincidencia y si eso no te sucedi
Me he casado con un loco, realmente me he casado con una persona completamente demente que cree que yo soy su vida. Ryan habla como un típico hombre dependiente emocional de su pareja y eso, no es bueno.— Estás loco, Ryan. — susurro intentando alejarme de Ryan, pero, él me lo impide.— Sí, estoy loco. Me gusta estar así, porque en medio de mi locura soy feliz y tú eres la causa de esta felicidad. Me estas sacando de mi infierno y por eso, me aferro a ti.>> Porque si te vas, volveré a ese maldito infierno en el que no quiero estar. Así que, por favor, aunque me equivoque, no te vayas. No me dejes solo, puedes gritarme si lo deseas, pero, no me abandones. — pide Ryan.— Dame un respiro, Ryan. Me estas asfixiando y aunque a ti te parezca cómodo esto, para mí no es así. Por lo que, por favor, respeta mi espacio. — digo apartándolo.Para