— Déjenlas ir, yo pelearé con ustedes. — Dijo valientemente Jamie. – No permitiré que les hagan daño.Ah, era un buen lobo. Necesitábamos a alguien así al frente del Continente y no al idiota en el poder.Yo me transformé y evalué la situación.— ¿Dejarlas ir? Claro, ¿También debemos de regresar el dinero que robamos? ¿Pedir perdón a los aldeanos que masacramos?Los lobos comenzaron a reír.— Ustedes saben que esto está mal. ¡Es nuestra Luna!— Si, es nuestra Luna. Si no fuera porque el jefe ha ordenado que no la toquemos ya la tendría debajo de mi rugiendo mi nombre. — Dijo uno de ellos.— Aunque, nadie dijo nada sobre la rubia, ¿O si, chicos? — Dijo otro lamiéndose los labios.— ¿Yo? — Dije soltando un emocionado chillido femenino muy poco creíble cuando uno de ellos se acercó de repente. — Si quieren un rato de diversión, solo tenían que pedirlo amablemente. Incluso puedo morderlos un poquito para su placer. — Dije aleteando mis pestañas.— Suena delicioso, muñeca. — Dijo el tipo qu
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