Savannah tenía sus sentidos embotados, abrumada por todo lo que podía sentir frente a Max, alli con él no importaba nada más, nada de lo que estuviese fuera de aquella cabaña; las hipotecas, el ganado, la familia,su pasada relacón con Tomás y los muchos problemas vividos con él, nada,nada importaba más que ellos, ella en brazos de él, siendo besada por el hombre más imponente y sexy que había conocido. Se entregó en aquel nuevo beso, entregada a las sensaciones que él lograba despertar en ella, la ansiedad y necesidad le ganó, Savannah llevó las manos temblorosas a los botones de la camisa de él.—¿Esto es lo que deseas?, ¿realmente quieres que suceda?— le preguntó mientras deslizaba su mano bajo la blusa de ella.—Si, no tengo dudas, es lo que quiero— le dijo con respiración agitada. — nunca lo habia deseado con tanta desesperación— terminó de decir mientras lo despojaba de su camisa dejando al descubierto su amplio pecho, Max era un hombre sensual, con una enorme carga sexual en él.
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